Hacienda ha puesto el foco sobre una decena de grandes negocios del exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato en la investigación en la que acusa al exministro de Economía y Hacienda de haber defraudado unos 6,8 millones entre 2004 y 2015.
Los inspectores de la Oficina Antifraude (ONIF) han recopilado las actividades profesionales de Rato durante buena parte de su vida, pero también negocios particulares, en los que habrían participado algunos de sus familiares.
La conclusión a la que llegan en un pormenorizado informe de 642 páginas remitido al juez que investiga el origen de la fortuna de Rato es que el ex director gerente del FMI ocultó rentas en el IRPF superiores a 14 millones durante doce años y cometió delito fiscal en todos los ejercicios al defraudar más de 120.000 euros.
A lo largo de los años variaron las cantidades supuestamente opacas al fisco, que alcanzaron en 2011, 2013 y 2014 las cifras más altas, en torno a 1,2 millones de euros.
El fraude se habría cometido con movimientos de ganancias de patrimonio no justificadas, rendimientos de actividades económicas como conferenciante y gastos empresariales que no son deducibles.
Pero además, la ONIF introduce un nuevo delito, la insolvencia punible, derivado de un impago de la sociedad Muinmo, antigua Rueda de Emisoras Rato y actualmente en concurso voluntario de acreedores.
La investigación fiscal a Rato se divide en diez grandes bloques o capítulos, en los que se detallan sus actividades y las sociedades a través de las cuales canalizaba sus ingresos y, en teoría, evadía impuestos.
– Vivaway/Kradonara, a través de las cuales habría cometido varios delitos fiscales moviendo divisas desde Reino Unido, Gibraltar y Luxemburgo por valor de casi 7 millones de euros.
– Telefónica, a la que Rato habría facturado 730.000 euros entre los años 2013, 2014 y 2015, aunque las facturas las emitió otra de sus sociedades, Arada, que también evitó tributar al declarar pérdidas.
– BCC/Arada, una pieza que fue archivada a finales de diciembre sobre la colaboración de Rato con Bureau Consulting de Conferenciantes (BCC), empresa de la que recibió un total de 1,66 millones de euros y a la que facturaba por las conferencias impartidas entre 2007 y 2014 a través de la mercantil Arada.
– Cajamadrid/Bankia/Zenith/Publicis/Albisa/Bagerpleta, sobre el cobro de comisiones de Publicis y Zenith, las empresas encargadas de publicitar la salida a bolsa de Bankia; Rato habría cobrado 833.000 euros procedentes de Albisa Inversiones, fondos que habrían ido a parar a la mercantil alemana Bagerpleta, cuya única actividad es explotar un hotel en Berlín, en el que el ex director gerente del FMI posee un 50 %.
– Texas Pacific/Guide Bridge/Carabaña, sobre los trabajos de Rato para Guide Bridge, empresa creada por antiguos empleados de Caja Madrid y Bankia que asesoraba al fondo de inversión TPG (Texas Pacific Group), al que a su vez Rato asesoraba por los activos inmobiliarios transferidos a Sareb, el banco malo.
A través de Explotaciones Carabaña, empresa patrimonial de Rato sin actividad ni personal conocidos, habría facturado 345.000 euros.
– East River/Arada/Akbank, entre 2010 y 2014 Arada recibió 120.000 dólares por asesoramientos al banco turco Akbank, importe que tampoco habría declarado a Hacienda, a los que hay que sumar 1,4 millones por conferencias impartidas por Rato desde 2007 y hasta 2014, facturadas también a través de Arada.
Parte de este dinero lo recibió Arada de East River, sociedad radicada en el paraíso fiscal de Anguila, un territorio británico en el Caribe.
– Westlake/Vivaway/Red Rose, sociedades con las que habría defraudado 5,9 millones de euros procedentes de quince países, entre ellos Luxemburgo, Suiza, Gibraltar, Irlanda, Mónaco, los Países Bajos o Suazilandia.
– COR/CaixaBank, pieza archivada el pasado mes de noviembre por el titular del juzgado nº 31 de Madrid, Antonio Serrano Arnal, sobre presuntos pagos sin justificar de La Caixa al exvicepresidente, que en 2008 y 2009 percibió 550.000 euros anuales como asesor de la entidad y consejero externo.
A través de COR facturó a CaixaBank, Santander y Grupo Macal.
– Blanqueo de capitales, que se refiere a la ocultación por parte de Rato de 2,4 millones de euros, que habrían constituido un “ilícito ahorro fiscal” en una sociedad opaca.
– Insolvencia punible de Muinmo, nuevo delito que la ONIF atribuye a Rato producto del impago del IVA por parte de una empresa familiar, Muinmo; la sociedad habría vendido sus activos pero habría desviado esos importes a personas relacionadas con Rato en vez de cumplir con Hacienda.