El Obispado de Vic ha desautorizado a la monja dominica Sor Lucía Caram por haber afirmado en un programa de televisión que María no fue virgen y mantenía sexo con su esposo José.
La monja contemplativa dominica, que se prodiga en los medios de comunicación, participó el pasado domingo día 29 de enero en el programa de Cuatro “Chester in love”, presentado por Risto Mejide, donde afirmó que ella creía “que María estaba enamorada de José y que era una pareja normal, y lo normal es tener sexo”.
“Cuesta de creer y de digerir. Nos hemos quedado en normas que nos hemos inventado sin llegar al auténtico mensaje”, dijo la monja.
A raíz de estas afirmaciones, el Obispado de Vic, al que pertenece la congregación dominica de Manresa (Barcelona) de sor Lucía Caram, ha emitido una nota oficial en la que asegura que “forma parte de la Iglesia, desde sus inicios, que María fue siempre virgen”.
Según el Obispado vicense, “esta verdad de la fe fue recogida y proclamada de manera definitiva por el Concilio II de Constantinopla, siendo el primer dogma mariano y compartido por los cristianos católicos y ortodoxos”.
El Obispado de Vic recuerda que las declaraciones de la monja dominica, que también es la directora de la Fundación Rosa Oriol de ayuda a los desfavorecidos, “no se ajustan a la Fe de la Iglesia” y lamenta “la confusión que hayan podido crear en el pueblo fiel”.
En el programa, la monja también opinó que “el sexo es una forma de expresarse, de vivir, de expresar los sentimientos y el amor, y es una parte constitutiva de todas las personas, incluida yo. Para la Iglesia era un tema que se consideraba sucio y oculto, pero yo creo que es una bendición”.
A preguntas de una espectadora, Sor Lucía Caram también confesó que estuvo enamorada de un seminarista, que es virgen y que nunca se ha masturbado.
“Yo he renunciado a tener relaciones sexuales, a tener una pareja, pero sigo siendo mujer y amo como mujer. Estuve enamorada de un seminarista que se hizo cura, luego salió y se casó. No he tenido relaciones sexuales y soy virgen, y tampoco me masturbo jamás, tengo que decirlo. Aunque las pulsiones suben y bajan y estás en un momento de plenitud de vida, tienes las fuerzas canalizadas”, confesó la religiosa.
Temática: Religión y credos ; Religión católica