La factura eléctrica subirá este mes de enero un 26 % -o cerca de 14 euros en términos absolutos- frente al mismo mes del año pasado para un consumidor medio acogido a la tarifa regulada o precio voluntario al pequeño consumidor (pvpc), donde están unos 12 millones de hogares.
Según datos del simulador de factura de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el recibo eléctrico para un doméstico “tipo” -con una potencia contratada de 4,4 kilovatios (kW) y un consumo anual de 3.000 kilovatios hora (kWh), es decir, 250 kWh mensuales-, ascenderá este mes a 65,69 euros frente a los 51,97 euros del mismo mes del año pasado, lo que supone 13,7 euros más o un 26 %.
Frente a diciembre, la subida es del 9 %, unos 5 euros más. Todas las comparativas están hechas tomando hasta el día de hoy, 29 de enero, y último disponible en los simuladores de la CNMC.
El recibo eléctrico refleja así el fuerte incremento que ha vivido el mercado mayorista (pool) este mes, tocando niveles que no se veían desde diciembre 2013 con 91,88 euros el megavatio-hora (MWh) de media el pasado día 25 y con horas por encima de los 100 euros.
De hecho, este mes va camino de convertirse en uno de los arranques de año con el megavatio más caro con 71,4 euros de media mensual.
Unos precios máximos que han coincidido con una ola de frío que llevó los termómetros a mínimos en España y disparó el consumo eléctrico en medio de un intenso debate social y político.
Al detalle de la factura, esta subida los precios del mercado mayorista eléctrico supone alrededor del 35 % del recibo de esos 12 millones de consumidores acogidos a tarifa regulada, mientras que el 65 % restante corresponde a impuestos y a los denominados peajes, que fija el Gobierno y que están congelados para este año.
Para el resto de consumidores, 13 millones que están en el mercado libre, esta evolución del mercado mayorista no tiene un reflejo tan directo en sus recibos, ya que tienen contratos con un precio fijado para un periodo, habitualmente, de un año.
Las fuertes subidas de este mes han vuelto a reabrir el debate sobre el sector eléctrico y el funcionamiento de ese mercado mayorista, donde generadores y comercializadores fijan el precio de toda la energía que se va a consumir al día siguiente.
Así, se ha criticado, tanto desde la oposición como desde diversos colectivos sociales, que funcione bajo el criterio económico marginalista, es decir que todas las tecnologías de generación cobren en cada hora lo que marque la más cara que entra a funcionar, y se ha vuelto a reclamar una auditoría del sistema.
Desde el Gobierno, el ministro de Energía, Álvaro Nadal, ha rechazado tanto un cambio en ese sistema como realizar una nueva revisión de los costes tras la reforma del sector eléctrico llevada a cabo en la anterior legislatura.
Lo que sí ha planteado ha sido una serie de medidas para actuar sobre el mercado gasista ya que sus precios meten presión al eléctrico: con escasez de agua y viento, las centrales de ciclo combinado -que utilizan ese combustible- son las que marcan el precio y es más elevado.
Una de estas medidas, la del creador de mercado, empezará a funcionar esta misma semana.
Nadal se ha centrado también en explicar las causas que han llevado a vivir los picos de este mes: subidas del gas, el petróleo y el carbón en los mercados internacionales, la situación de Francia -con nucleares paradas y fuerte consumo- o las dificultades de acceso al gas licuado en Argelia en mitad de una ola de frío, con poca producción eólica e hidroeléctrica en España.
“Hemos tenido que producir con la peor mezcla, con las tecnologías más caras”, resumió esta semana en su comparecencia en el Congreso de los Diputados.
Allí aprovechó para, a pesar de lo ocurrido este enero, recomendar a los usuarios seguir en la tarifa eléctrica regulada porque, “a largo plazo siempre es lo más barato”.
También señaló que la situación “terminaría remitiendo pronto”.
Mirando al mercado mayorista para mañana, el precio de la electricidad se situará en 70,81 euros el megavatio hora (MWh), lo que supone un 13 % más que el marcado para hoy, según datos de OMIE, el operador del mercado.
Los días festivos suelen tener precios más bajos al haber menor consumo eléctrico.
No obstante, ese precio medio negociado es un 23 % más barato que el máximo de la semana pasada.