El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha asegurado hoy que la luz verde de la CUP a los presupuestos catalanes para 2017 es “una mala noticia” para el Gobierno central, ya que demuestra que el proceso soberanista sigue adelante sin divisiones y que al Estado “se le acaba el tiempo”.
Lo ha asegurado durante la clausura del Consejo Nacional del PDeCAT, la antigua CDC, que la formación independentista ha celebrado hoy en Barcelona.
El consejo político de la CUP avaló hoy los Presupuestos de la Generalitat para 2017 por una amplia mayoría de 39 votos a favor, 22 en contra y 2 abstenciones, condicionado a la celebración de un referéndum independentista en septiembre, lo que da oxígeno en todo caso a Puigdemont porque evita por el momento elecciones anticipadas en Cataluña.
Puigdemont ha criticado que “el Estado, o llega tarde y mal o no llega”, y le ha recriminado que tras la sentencia “infame” del Tribunal Constitucional “en contra” del Estatuto de Cataluña creyera que el conflicto se arreglaría “dejando pasar el tiempo sin hacer nada”.
“Que sepa que la única consecuencia de dejar pasar el tiempo es que este se acaba; es que se hayan pasado tanto tiempo esperando a que pasara el tiempo que ya no quede”, ha alertado Puigdemont.
En este sentido, el president ha asegurado que el próximo 6 de febrero, día en que el expresidente de la Generalitat Artur Mas y las exconselleras Joana Ortega e Irene Rigau están llamadas a declarar por el proceso participativo del 9N, “empieza el tiempo de descuento”.
“El día 6 el Estado comprobará el grave error de querer dialogar en juzgados en vez de en la política, y descubrirá que el tiempo se le acaba”, ha continuado el líder del Ejecutivo catalán, que ha acusado al Gobierno de “confundir deseos con realidades” y de querer desacreditar al independentismo con “polémicas de papel”.
Y ha subrayado: “Este es un pueblo que se siente suficientemente digno como para decir basta. Ese día (el 6 de febrero) el Estado tiene que sentir el aliento de los catalanes”.
Puigdemont ha sostenido que todos los catalanes que el 9 de noviembre de 2014 votaron en la consulta independentista tienen que sentirse “sentados en el banquillo de los acusados por haber sentido que la democracia es cosa de todos”, y ha reiterado una vez más su apoyo a Mas y a las exconselleras Joana Ortega e Irene Rigau, así como al diputado Francesc Homs.