El delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, ha reunido hoy al cuerpo consular en Barcelona, medio centenar de miembros diplomáticos, para trasladarles la posición de “diálogo” que defiende el Ejecutivo en Cataluña, el día siguiente de la conferencia del president Carles Puigdemont en Bruselas.
En una comida de trabajo en un hotel de Barcelona, Millo ha estado acompañado de la decana del cuerpo consular en Barcelona y cónsul de Perú, Franca Lorella Deza, el secretario del cuerpo consular y cónsul honorario de Albania, Josep M. Calmet, el cónsul general de los EEUU, Marcos Mandojana, y, entre otros, del cónsul de China, Heng Tang.
Según han explicado a Efe fuentes conocedoras del encuentro, Millo ha explicado al medio centenar de representantes consulares acreditados en Cataluña, “preocupados” con la situación en esta comunidad, que la voluntad del Gobierno de España es mantener una “posición de diálogo” con la Generalitat, y que trabajará Cataluña como en el resto de España.
Asimismo, Millo ha trasladado a los cónsules que España seguirá siendo “parte constructiva” de la Unión Europea y que cumplirá con sus socios europeos, en la misma línea que con los países de América latina y Asia.
La reunión del delegado del Gobierno en Cataluña, acompañado del subdelegado en Barcelona, Emilio Ablanedo, que ya estaba prevista hace días, contrasta con la escasa representación institucional europea en la conferencia del presidente de la Generalitat ayer en Bruselas, en una sala anexa al Parlamento Europeo.
Acompañado de los consellers Oriol Junqueras y Raül Romeva, el presidente catalán explicó en Bruselas que convocará este año un referéndum independentista que, aunque espera que “se acuerde con el Gobierno”, se celebrará “en cualquier caso”, y emplazó a la Unión Europea a ser “parte de la solución” y “no mirar hacia otro lado”.
Hoy mismo, Millo ha contestado que lo que el president trasladó ayer en Bruselas fue el “derecho a hacer el ridículo” al defender la “desobediencia” en un foro de la Unión Europea, cuyos países “hacen respetar la legalidad vigente”, al tiempo que reprochó a la Generalitat que gastara recursos en la conferencia del president en lugar de dedicar ese “dinero y tiempo” a cuestiones como “visitar pasillos de urgencias o comprar más ambulancias pediátricas”.