La factura de la luz del usuario medio con las tarifas vigentes en las tres primeras semanas de enero es un 28 % más cara que la de hace un año: 86,96 euros frente a los 67,84 de enero de 2016, según un análisis elaborado por FACUA-Consumidores en Acción.
El recibo, que no ha parado de subir desde abril, está levemente por debajo del más caro de la historia, los 88,66 euros que se alcanzaron en los tres primeros meses de 2012, ha indicado Facua en un comunicado.
Para la organización, la situación actual es “el resultado de tener un Gobierno intervenido por las eléctricas, que dictan las políticas energéticas valiéndose de sus puertas giratorias y especulan con las tarifas sin temor a medidas regulatorias que protejan a los usuarios”.
En cuanto a la subida mensual, la factura que resulta de aplicar las tarifas de los primeros 22 días del año está un 8,4 % por encima de los 80,23 euros de diciembre, según Facua, que ha indicado que realiza sus estudios a partir de la tarifa PVPC aplicada en domicilios cuyos contadores aún no tienen la tarificación por horas.
En ellos utiliza un perfil de usuario con una potencia contratada de 4,4 kW y un consumo mensual de 366 kWh mensuales, la media en España según un análisis de la asociación sobre varias decenas de miles de facturas de viviendas habitadas.
En lo que se refiere al precio de la energía consumida, el kWh está en sus niveles más altos desde enero de 2013, cuando se situó en 15,09 céntimos antes de impuestos (19,20 ya incluidos).
El máximo histórico fueron los 16,81 céntimos (20,85 con impuestos) logrados entre enero y marzo de 2012.
En los primeros 22 días de enero se ha situado en una media de 14,47 céntimos (18,40 con impuestos), un 39,7 % por encima de los 10,36 céntimos (13,18 con impuestos) de enero de 2016.
Facua denuncia la “absoluta falta de sensibilidad” del Gobierno ante la “injustificada carestía del recibo eléctrico y los alarmantes niveles de pobreza energética que sufren millones de consumidores”, de los que cientos de miles sufren cortes de suministro cada año por su incapacidad de hacer frente al pago.
En 2015 las eléctricas acometieron más de 650.000 cortes de luz por impago, de los que más de 83.000 fueron interrupciones de suministro que duraron más de un mes, ha recordado.
La asociación de consumidores reclama al Gobierno que ponga fin a las prácticas oligopolísticas que provocan las desproporcionadas tarifas que pagan los usuarios en España y exige la intervención del sector para que sea el Ejecutivo el que fije periódicamente una tarifa asequible, dado que el sistema de fijación de precios existente en el mercado de la generación español fomenta la especulación y los abusos.
Se trata, advierte FACUA, de un sector donde “nunca ha existido la competencia que se prometió engañosamente a los consumidores cuando se inició su liberalización, por lo que la única solución es emprender medidas similares a las adoptadas hace años en la UE con las tarifas móviles de itinerancia (“roaming”), de manera que sea el Gobierno el que fije los precios para los consumidores domésticos”.
También demanda la bajada del IVA que se aplica a la electricidad, del 21%, “impropio de un servicio esencial” y reclama al Gobierno que baje el IVA de la luz al tipo mínimo permitido por la normativa europea, legislación que también debe ser modificada para facilitar una bajada mayor, concluye.