Catalunya / España

Más muertes en las carreteras

2016 ha puesto fin a doce años de descenso de las muertes al volante y ha cerrado con 1.160 fallecidos en accidente en las vías interurbanas, 29 más que 2015, un repunte que la Dirección General de Tráfico (DGT) quiere frenar con un plan urgente de medidas que dará a conocer en un mes.
La curva descendente que dibujó la gráfica de la siniestralidad vial desde 2004 se fue haciendo menos pronunciada en los últimos cuatro años, pero ha sido el ejercicio recién acabado el que ha roto definitivamente esa tendencia con un incremento del 2,6 por ciento en el número de fallecidos, contabilizados en las primeras 24 horas del siniestro.
Ha sido el director general de Tráfico, Gregorio Serrano, el encargado de dar a conocer el balance de la siniestralidad del año pasado, cuando se produjeron 1.038 accidentes mortales (15 más que en 2015, es decir, un alza del 1,4 %), en los que 5.067 personas tuvieron que ser hospitalizadas por las heridas sufridas, 209 más (4,3 %).
Serrano ha recordado que el año pasado hubo 392 millones de viajes de largo recorrido, 18,6 millones más que un año antes (un aumento del 5 %), mientras que el parque automovilístico tuvo un crecimiento neto de casi 700.000 coches, contabilizando las nuevas matriculaciones y las bajas.
Pese al cambio de tendencia, España sigue estando entre los países europeos con las tasas más bajas de fallecidos en accidente por cada millón de habitantes.
De hecho, en el peor de los escenarios la tasa en España con los datos cerrados de 2016 sería de 38 fallecidos por un millón de habitantes, frente a los 52 de la media europea.
Siete comunidades autónomas han reducido el número de víctimas mortales (Cataluña, Castilla y León, Cantabria, Madrid, País Vasco, Navarra y Canarias), mientras que ha crecido en el resto, sobre todo en la Comunidad Valenciana, con 19 más.
El director de Tráfico ha valorado el esfuerzo de los últimos meses para frenar un repunte que en agosto se había disparado con 68 muertos más que en la misma fecha del año anterior, aunque finalmente 2016 ha acabado con 29 más.
Sin querer centrar en un solo factor las causas del repunte, Serrano sí ha citado, además del aumento de la movilidad, el envejecimiento creciente del parque de vehículos. De hecho, la media de edad de los turismos implicados en accidentes mortales es de 13,6 años, de 11,1 las furgonetas y de 9,5 las motos.
En el análisis de los siniestros mortales del pasado año, la distracción se sitúa como el principal factor, presente en el 28 %; por delante de la velocidad inadecuada, con el 21 %.
Y dos datos que preocupan también a la DGT: el aumento de las infracciones por consumo de drogas ilegales (casi el 40 por ciento de las pruebas resultan positivas frente al 1,5 % de las de alcohol) y que persista un cierto número de usuarios que no hace uso del cinturón de seguridad o del casco. Del total de fallecidos el año pasado, 116 no los llevaban puestos.
El perfil de la persona fallecida es el de un hombre (el 79 por ciento era varón) de entre 45 y 54 años (225 víctimas tenían esa edad).
Los niños menores de 14 años que perdieron la vida fueron 19 y los mayores de 65 años, 240.
Por tipo de vía, en las de alta capacidad han fallecido el 25 por ciento del total de las víctimas, tres puntos por encima del año pasado, en tanto que por tipo de accidente, casi la mitad de las muertes en autovías y autopistas fueron por salidas de la vía, la causa también del 41 % de los siniestros en las carreteras convencionales.
Mientras, por tipo de usuario los fallecidos en furgoneta han bajado de 69 en 2015 a 58; en bicicleta de 43 a 33; en moto de 224 a 214, y en ciclomotor de 27 a 21.
Sin embargo, los muertos en turismo han aumento un 6 % hasta los 604; los de autobús fueron 18 (la mayoría las 13 estudiantes de Erasmus que fallecieron en Tarragona) frente a los 2 de 2015, y los peatones que perdieron la vida fueron 118 (cinco más).
Con todas estas cifras, Tráfico, por mandato del ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha comenzado a diseñar un plan urgente de medidas que se darán a conocer en la Comisión de Seguridad Vial del Congreso en un mes.
No ha entrado el director de Tráfico en detalles, pero ha querido dejar claro que no se tocará el régimen sancionador y que las medidas irán dirigidas a la mejora de la formación y el reciclaje de los conductores, a los cambios en el carné por puntos y en los distintos reglamentos, en el impulso de los planes de educación vial y en la modificación de la Ley de Tráfico.
Tras conocerse las cifras, asociaciones de víctimas y de conductores y expertos en seguridad vial han clamado por “remar todos a una” para reducir la siniestralidad, y han apelado al necesario consenso para un pacto de Estado en esta materia.

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