La empresa Valoriza y el comité de empresa mantienen un conflicto por la falta de acuerdo en relación a los servicios mínimos que se deben cumplir durante la huelga del servicio de limpieza en las terminales del Aeropuerto de Barcelona-El Prat.
La huelga empezó el lunes, 28 de noviembre, y desde entonces la imagen de las terminales barcelonesas se ha caracterizado por los suelos llenos de papeles y las basuras llenas a rebosar.
El punto de discusión durante la semana son los servicios mínimos a cumplir: los trabajadores se acogen a los acordados con la Generalitat -limpieza del 50 % en los baños y recogida solo de material orgánico- y la empresa a los dictados por el Gobierno, que según fuentes sindicales es del 100 % de limpieza en los baños y 50 % en el resto de la terminal.
“No son unos servicios mínimos que decidimos nosotros, sino que se acordaron con la empresa en el Departamento de Trabajo”, ha explicado a Efe desde CCOO Miguel Ángel Navarro.
Por este motivo, ha apuntado que algunos trabajadores se negaron a acatar los servicios mínimos que reclama la empresa, lo que ayer desembocó en el despido de tres trabajadoras.
“La empresa ha utilizado de forma tramposa la legalidad vigente, esgrimiendo que las tres trabajadoras habían incumplido los servicios mínimos, según normativa estatal, pero no según normativa catalana”, ha criticado.
En aras de resolver el conflicto, Navarro ha indicado que empresa y sindicatos se reunieron ayer por la noche y acordaron la readmisión de las trabajadoras despedidas.
A cambio, los huelguistas accedieron a recoger las papeleras de las dos terminales en días alternos -un día la T1 y al siguiente la T2- para evitar problemas con la seguridad, ya que la acumulación de porquería dificulta la detección de posibles paquetes sospechosos.
Según Navarro, ayer mismo se recogieron las papeleras de la terminal T1, pero este mediodía aún no habían recibido el acta notificando la readmisión de las tres empleadas, por lo que no recogerán las de la T2, que tocaría hoy, hasta que reciban el documento.
Navarro ha lamentado que el conflicto por los servicios mínimos haya tapado el debate sobre el motivo por el que se convocó la huelga, que son los cambios en las condiciones laborales de los trabajadores que la concesionaria quiere impulsar.
Según ha relatado, con el parón quieren rechazar la reorganización que la empresa propone a los trabajadores para poder asumir la rebaja del 20 % -1,4 millones- que la empresa hizo en la oferta presentada para adjudicarse los servicios de limpieza en la T1, la T2 y las oficinas de Aena.
Dicha reorganización supondría para los trabajadores una reducción de sus turnos, con la consecuente carga de trabajo para cumplir los objetivos de limpieza, así como la supresión de días libres y de las primas por trabajar en fines de semana.