El PP ha abundado hoy en sus reproches a quienes protagonizaron una “cacería” contra Rita Barberá y a los que su portavoz en el Congreso, Rafael Hernando, ha llegado a calificar de “hienas”, de las que ha dicho que intentaron proteger a la exalcadesa de Valencia apartándola del partido.
“Pero las hienas siguieron mordiéndola”, ha añadido el día después del fallecimiento de Barberá y en el que se han seguido acumulando llamadas a la reflexión y un cruce de declaraciones entre representantes del PP y de otros partidos.
No ha entrado en la polémica el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien ha acudido junto a la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, al funeral celebrado en Valencia por la senadora fallecida.
Rajoy se ha limitado a expresar el “honor” que para él supone haber sido su amigo y la ha calificado de “extraordinaria” alcaldesa que “defendía con convicción aquello en lo que creía”.
Entre los que se han referido a la polémica por el trato que recibió, Rafael Hernando ha negado que en su formación haya “mala conciencia” por su muerte y ha recalcado que fue apartada precisamente para evitar su “linchamiento”. “Pero las hienas siguieron mordiéndola”, ha insistido.
Lo ha hecho después de que el expresidente del Gobierno José María Aznar lamentara que Rita Barberá haya muerto habiendo sido excluida del partido al que dedicó su vida.
El presidente de la Comisión Constitucional del Congreso, Jesús Posada, se ha desmarcado de esas palabras y ha dicho que el PP actuó “adecuadamente”. Para el expresidente del Congreso ayer fue “un día en el que salía todo un poco del fondo del corazón y algunas personas dijeron cosas que les salieron porque llevaban mucho tiempo pensándolas”.
El ministro de Justicia, Rafael Catalá, primero en reprochar ayer las críticas que había recibido Barberá, decía hoy que la senadora decidió abandonar la militancia del PP para tener “más tranquilidad y estar menos bajo los focos mediáticos” porque, a su juicio, hubo “una crítica excesiva e infundada”.
De “auténtica cacería mediática que afectó profundamente” a la exalcaldesa lo ha calificado el exministro de Exteriores José Manuel García-Margallo, quien ha llamado a hacer una reflexión sobre lo que significa el Estado de derecho, la presunción de inocencia y el secreto de sumario.
Íñigo Méndez de Vigo, portavoz del Gobierno y ministro de Educación, también ha hecho una llamada a la reflexión y a la calma y ha reconocido que “algunos”, él entre ellos, pueden reprocharse no haber llamado más a Rita Barberá para que “hubiera sentido el calor de no sentirse sola”.
El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, ha aseverado que no fue el PP el que decidió juzgar a Barberá y condenarla “sin darle la más mínima oportunidad”, y que los que lo hicieron “tendrán que reflexionar” sobre su muerte.
Otro dirigente histórico del PP, el presidente de Melilla, Juan José Imbroda, ha considerado que la muerte de Rita Barberá debe ser “un punto de inflexión” y ha añadido que la presión que tuvo que soportar “es injusta”.
“El Estado de derecho se rompe en pedazos en España en tanto en cuanto todos tenemos la presunción de culpabilidad, todos tenemos que defendernos de algo”, ha asegurado Imbroda.
El que fuera compañero de partido de Barberá y hoy secretario general de FORO, Francisco Álvarez Cascos, ha salido en defensa de la figura política de la exalcaldesa: “La historia con mayúsculas la hará justicia”.
Mientras la práctica totalidad de los dirigentes del PP elogia la figura de Barberá y lamenta la situación y el acoso mediático que vivió en los últimos meses, desde fuera del partido hay voces críticas hacia esa actitud de los populares.
Es el caso del líder de Ciudadanos, Albert Rivera, quien ha pedido que se deje de “hacer política” con el fallecimiento de una persona y ha rechazado que se intente utilizar esa muerte de forma “ventajista” en un sentido o en otro.
A Rivera le parece muy poco respetuosa tanto la polémica provocada por quienes presentaron el minuto de silencio en el Congreso como un homenaje, como la actitud de quienes culpaban a los periodistas de una cacería mediática.
Buena parte de los dirigentes del PP que han hablado han vuelto a criticar hoy que Podemos se ausentara ayer del minuto de silencio del Congreso.
El secretario de Relaciones con la Sociedad Civil de Podemos, Rafael Mayoral, ha reprochado, por contra, al PP que impulsara este reconocimiento a Barberá sin el consenso de la Cámara baja.
“Creo que la situación que se vivió ayer fue un poco extraña y se forzaron políticamente algunas cosas que eran un poco incomprensibles”, ha dicho Mayoral, para quien el PP “intentó imponer” un acto político de reconocimiento que, a su juicio, estaba “fuera de lugar”.