El acuerdo de gobierno en Euskadi entre el PNV y el PSE-EE establece la reforma del Estatuto de Autonomía, recoge la apuesta por un “final ordenado” de ETA y el acercamiento de los presos al País Vasco, y sitúa el empleo como la “prioridad” del Ejecutivo.
Los dos partidos han definido en el documento, al que ha tenido acceso Efe, los “Pilares para construir una Euskadi con más y mejor empleo, más equilibrio social, más convivencia y más y mejor autogobierno”, según el título del texto pactado, que deberá ser ratificado esta tarde por los máximos órganos internos de las dos fuerzas políticas, dos días antes de la sesión de investidura del lehendakari.
El PSE-EE asumirá en el próximo Gobierno Vasco las consejerías de Trabajo, Turismo y Vivienda, en un Ejecutivo que aumentará el número de departamentos respecto al actual de 8 áreas, según han informado fuentes socialistas.
En el apartado dedicado al autogobierno, que ocupa 10 de las 71 páginas del documento pactado, se establece que la ponencia creada en el Parlamento vasco hará un borrador de un nuevo Estatuto de Autonomía en un plazo de 8 meses desde su constitución.
Al mismo tiempo, se reconoce a los dos socios la “libertad para defender” en la ponencia de autogobierno sus “respectivos postulados y planteamientos en materia de autogobierno”, en referencia a las diferencias que mantienen en cuanto al llamado “derecho a decidir” o a la bilateralidad en las relaciones de Euskadi con el Estado que defiende el PNV y rechaza frontalmente el PSE-EE.
Ambos partidos se comprometen a buscar “con el mayor consenso posible una formulación abierta” de las bases y principios para la actualización del autogobierno vasco, que se tramitará “siguiendo las normas y procedimientos jurídicos-legales vigentes”.
El acuerdo dedica otro apartado a “La convivencia y los derechos humanos”, en el que PNV y PSE apuestan por un “final ordenado” de ETA y el acercamiento de los presos de la banda terrorista al País Vasco, e instan a la transferencia de la competencia de centros penitenciarios.
El objetivo es “consolidar sólidamente la paz y la normalización de la convivencia y contribuir, para ello, también en la materialización del fin definitivo de ETA”, con el apoyo a “la verificación de un calendario de desarme definitivo”, que previamente incluya una declaración de la banda terrorista sobre su carácter “irreversible e incondicional, como expresión de su voluntad de disolución”.
En el capítulo dedicado al “Empleo, la reactivación y la sostenibilidad”, los dos socios sitúan el empleo como el “eje básico” en la actuación de todo el Ejecutivo, con el fin de reducir el paro por debajo del 10 por ciento.
PNV y PSE apuestan por actualizar el Concierto Económico, con una nueva Ley Quinquenal del Cupo, y anuncian que plantearán la transferencia del régimen económico de la Seguridad Social.
“El desarrollo humano, la integración social, la igualdad y los servicios públicos de calidad” es el título de otro de los cuatro apartados del acuerdo, en el que los dos partidos se comprometen a alcanzar un pacto educativo para una nueva ley vasca, garantizar la universalidad y la equidad del sistema de salud, y la defensa del autogobierno en materia de Seguridad, frente a los recursos del Estado a las promociones de la Ertzaintza.
La Gestora del PSOE analizará “con atención las cuestiones vinculadas a la planta territorial del Estado” recogidas en este acuerdo, según ha advertido desde Madrid su portavoz, Mario Jiménez, quien ha señalado que el pacto le parece una “buena fórmula” y que es una “buena noticia para Euskadi y para España”.
También se ha pronunciado sobre el pacto el ex secretario general del PSOE Pedro Sánchez, quien lo ha considerado “importante también para el país”, y ha expresado su reconocimiento a los socialistas vascos por la responsabilidad que asumen.