El PP volvería a ganar las elecciones con un 34,5 por ciento de los votos según el último barómetro del CIS, dos puntos más que en la anterior encuesta, con lo que ya dobla al PSOE, que se hunde por su crisis interna, pierde más de seis puntos y es superado ampliamente por Unidos Podemos y sus confluencias.
La encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas, elaborada entre el 1 y el 10 de octubre, justo en plena crisis del PSOE y la dimisión de Pedro Sánchez, deja a los socialistas con un 17 por ciento en estimación de voto frente al 23,1 de la encuesta de julio, mientras que Unidos Podemos junto a sus confluencias sumarían un 21,8 por ciento de los sufragios, 2,2 puntos más que en julio.
Ciudadanos ganaría ocho décimas, hasta el 12,8 por ciento de los votos, y ERC, el quinto grupo parlamentario del Congreso, también mejoraría una décima su estimación de voto hasta el 3,0 por ciento.
Por su parte, el PDECat -la antigua CDC- mantiene sus expectativas electorales, con un 1,7 por ciento, mientras que el PNV subiría levemente hasta el 1,3 por ciento.
Bildu apenas sube una décima y conseguiría un 0,9 por ciento de los sufragios, según el CIS, y CC mejoraría sus resultados, pasando del 0,1 por ciento que le daba la encuesta de julio, a un 0,5 en octubre.
El desplome del PSOE se reproduce también en los datos de voto directo -sin la estimación del CIS-, donde los socialistas del mismo modo se dejan más de cuatro puntos hasta el 12,3 por ciento, también por detrás de Podemos, que suma un 15,8 por ciento entre todas sus candidaturas.
Los “populares” se refuerzan también en este apartado, al pasar del 19,4 por ciento de la encuesta de julio, al 19,6 de octubre.
Por otro lado, y preguntados poco después de las elecciones de junio si repetirían su voto, un 77,4 de los encuestados admite que daría su apoyo al mismo partido y ocho de cada diez reconoce que tenía su voto decidido “bastante tiempo” antes de iniciarse la campaña.
La incertidumbre que se ha vivido en los últimos meses por la falta de investidura y la posibilidad de terceras elecciones ha hundido las notas de los líderes políticos y, de hecho, ninguno llega al aprobado.
Pedro Sánchez, que dimitió los mismos días en que se realizó el trabajo de campo, es uno de los que más empeoran su calificación ciudadana, al pasar de un 3,93 sobre diez en julio, a un 3,35 en octubre.
No obstante, Sánchez seguía obteniendo mejor nota que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que se ha quedado en el 2,97, cuando en el anterior sondeo obtuvo un 3,25.
También los ciudadanos castigan al secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, que de un 3,48 sobre diez en julio ha pasado a un 3,22.
Correctivo del que tampoco se libra el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, que obtiene un 3,69 frente al 3,95 del anterior sondeo.
El político más valorado, pese a que no llega al aprobado, es el portavoz de En Comú Podem en el Congreso, Xavier Domenech -4,51-, que desbanca en ese puesto al portavoz de Compromís, Joan Baldoví, el cual cede seis décimas y se queda con una nota de 4,31 y pasa al tercer puesto de la lista.
Por delante se sitúa el coordinador federal de IU, Alberto Garzón, calificado por los encuestados con un 4,47, y en cuarto lugar, el portavoz del PNV, Aitor Esteban, con una nota de 4,28.
Unas semanas antes de que fructificara la investidura de Mariano Rajoy, una abrumadora mayoría de los españoles, el 88,1 por ciento, percibía la situación política como “mala” o “muy mala”, en unos días en que la preocupación por la falta de Gobierno seguía al alza en la lista de inquietudes ciudadanas.
No obstante, el paro se sitúa de nuevo en cabeza de la lista, citado por un 71,3 por ciento de los encuestados, seguido de “la corrupción y el fraude” -37,6 por ciento-, de los “políticos, los partidos y la política” -29,5- y de los problemas económicos -24,2 por ciento.
En quinto lugar se sitúa, precisamente, la “falta de Gobierno”, que sube dos puntos hasta el 13,9 por ciento.
A una percepción pesimista de los ciudadanos sobre la vida política se suma una visión también negativa respecto al futuro, ya que el 28 por ciento declara que en un año irá a peor -el 25,1 por ciento pensaba así en el barómetro de septiembre- y el 58 por ciento piensa que en el último año se ha deteriorado.
El barómetro de octubre confirma que los ciudadanos son muy negativos al evaluar la situación política, que sólo es “buena” para el 0,8 por ciento, y “muy buena” ningún encuestado, ya que el muestreo indica un 0,0 por ciento en este apartado; un 9,6 por ciento la ve “regular” y un 88,1 por ciento “mala” o “muy mala”.
En el ámbito económico, la percepción es muy similar a la de septiembre, porque un 64,8 por ciento dice que la situación es “mala” o “muy mala” -antes el 64,7-, mientras el 31 por ciento la califica de “regular”, y el 3,6 por ciento la considera “buena” o “muy buena”.