Han pasado casi 15 años desde que el euro se convirtiese en la única divisa válida en España, sustituyendo a la peseta que llevaba 134 años en circulación y, sin embargo, el Banco de España estima que aún quedan sin canjear 1.644 millones de euros en pesetas, lo que supone un 3,3 % del total de lo que había en circulación a finales de 2001.
Después de dos meses de convivencia con la peseta, el 1 de marzo de 2002 el euro se convirtió en la única moneda legal en el país, al igual que en los 19 estados de la Unión Monetaria Europea.
De los 1.644 millones de euros en pesetas que quedan sin canjear, 845 son billetes, cantidad que no llega al 2 % del total en circulación antes de la introducción del euro, y los otros 799, monedas, que representan casi el 32 %, según explican a Efe fuentes del Banco de España.
Las pesetas que no se cambien por euros antes del 31 de diciembre de 2020 -fecha tope para el canje- perderán su valor y por ahora es imposible determinar si tendrán o no valor numismático, ya que dependerá de múltiples factores.
No es raro abrir un cajón de casa o una cartera antigua y encontrar pesetas, incluso tener varios miles de ellas guardadas por nostalgia o porque algún familiar no ha querido cambiarlas.
Los afortunados que aún tengan esas pesetas y quieran obtener euros a cambio deben saber que el canje se realiza de forma gratuita en cualquiera de las 15 sucursales que el Banco de España tiene en el país o en su sede central en Madrid, ya que el resto de entidades bancarias no están obligadas a realizar el trámite y si lo hacen puede estar sujeto a comisiones.
Las personas que no residan en España también pueden cambiar pesetas por euros enviando los billetes por correo certificado al Banco de España junto a un formulario de canje, de forma que el banco transferirá posteriormente el importe en euros a la cuenta indicada.
Tanto las pesetas que procedan de España como las que estén en el extranjero serán sometidas a un examen de verificación, en el que expertos del Banco de España comprobarán su autenticidad y entregarán el importe a sus dueños.
Siempre que la cantidad a cambiar sea igual o superior a 1.000 euros el Banco de España exigirá al interesado que se identifique, pudiéndolo hacer también cuando el importe sea menor.
El tipo de cambio oficial no ha variado desde la aparición de la nueva divisa, por lo que 166,386 pesetas equivalen a un euro.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que no todos los billetes y monedas pueden ser canjeables. Solo estarán sujetos al cambio los billetes emitidos a partir de 1939, el resto deberán ser examinados por expertos que valorarán si son o no canjeables.
También es posible canjear las monedas del último sistema monetario, es decir, las que estaban en circulación a finales de 2001, ya que el plazo para el cambio de las de sistemas anteriores finalizó en 1997; aunque excepcionalmente se pueden hacer con las de 2.000 pesetas.
Los billetes que circulaban en España antes del cambio al euro eran de 10.000, 5.000, 2.000 y 1.000 pesetas; y había ocho monedas de distinto valor: 500, 200, 100, 50, 25, 10, 5 y 1 peseta.
Según el Banco de España no es posible determinar el número de billetes y monedas que quedarán sin canjear en 2020, aunque es posible que se produzca un ligero repunte a medida que se acerque ese plazo.
Tampoco se sabe qué cantidad de pesetas permanece en España y cuántos billetes y monedas hay en el extranjero porque una vez que se ponen en circulación no hay manera de rastrearlo, al igual que es imposible saber cuánto dinero en pesetas está en manos de coleccionistas, se ha guardado como recuerdo o se ha destruido.
Según explican a Efe desde el Banco de España, la mayoría de la antigua divisa española se cambió en el periodo de coexistencia del euro y la peseta, y el ritmo de canje se fue estabilizando, aunque en abril de 2002 ya habían vuelto al Banco de España el 93 % de las pesetas.
Ahora, el Banco de España señala que el número de operaciones y los importes mensuales se mantienen más o menos constantes, en niveles bajos desde enero de 2003, y apunta que la crisis no ha supuesto un incremento significativo en las operaciones de cambio de pesetas por euros.