Un aficionado que paseaba por la playa de Bares, en La Coruña, ha fotografiado un ejemplar vivo de calamar gigante, de unos 105 kilos, un hecho insólito en el mundo que sólo tiene un precedente en unas imágenes obtenidas hace dos años en Japón.
La curiosidad de las imágenes, aparte de que sea la segunda vez que se consiguen, es que documentan la particular reacción de este ejemplar de hembra de Architeuthis, que todavía conservaba intacto uno de sus ojos -el más grande del reino animal-, que al verse observado por el fotógrafo cambió de color a un rojo intenso.
El calamar gigante, que se cree que resultó gravemente herido por un ataque de un animal similar que finalmente le costó la vida, fue trasladado al Parque de la Vida de Luarca, para ser sometido a una necropsia.
El presidente de la Coordinadora para el Estudio y la Protección de las Especies Marinas (CEPESMA), Luis Laria, ha asegurado en declaraciones a Efe que se trata de un documento excepcional, por tratarse de la segunda vez que se obtienen imágenes de este misterioso animal estando todavía vivo.
La hembra de Architeuthis fue localizado el pasado viernes, 30 de septiembre, flotando en aguas de la playa de Bares por unos particulares que creyeron haberla visto todavía viva, y que ahora se constata que era cierto que seguía con sus constantes.
El presidente del CEPESMA ha relatado que, después de que se hiciera público el hallazgo, recibió la llamada de un vecino de León y que el viernes pasado paseaba temprano por las inmediaciones del puerto de Bares, en Galicia.
El comunicante relató que vio cómo algo se estaba moviendo en el agua y comenzó a sacarle fotos y ver, según ha explicado Laria, “que un ser grandioso lo mira, gira su cuerpo, mueve su ojo observándole y cambia de color, como si de un neón se tratara, a un intenso rojo vinoso”.
Javier Ondicol, que es como se llama el autor de las fotografías, se estaba convirtiendo, sin ni siquiera imaginarlo, en la primera persona que captaría instantáneas de un calamar gigante vivo, con excepción de las imágenes obtenidas en Japón.
“Algo inédito que confirma a la vez las creencias que teníamos sobre cómo fue su llegada a la playa y su posterior muerte, que también es algo realmente singular, ha indicado Luis Laria.
Las primeras observaciones del ejemplar depararon varias sorpresas de interés científico.
“Su estado de conservación, el porcentaje epidérmico, un ojo intacto y lo que nos esperaba oculto bajo el abdomen, justificaba la certeza de que se encontraba moribunda en la superficie del agua”, relata Laria.
Luis Laria dio por descartada la captura accidental y aseguró que todo parece indicar que hubo una lucha entre “titanes” que le causó graves heridas.
“Sólo tenemos constancia de un ataque similar y también aquí, en Asturias, concretamente de un ejemplar flotando también cercano a la playa de Merón, en Villaviciosa”, ha comentado el presidente del CEPESMA.
Posiblemente, los daños de ese ataque le causaron problemas tan considerables que terminó subiendo lentamente a la superficie, dejándose llevar por las corrientes y finalizando su agónico periplo en La Estaca de Bares.