La portavoz del grupo de la CUP en el Parlament, Anna Gabriel, ha confirmado hoy que su formación otorgará hoy mismo en el Parlament su confianza al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, pero no se ha comprometido con la aprobación de los Presupuestos de 2017 hasta que nos los haya visto.
En su intervención ante el pleno del pleno de debate de la cuestión de confianza, Gabriel ha corroborado que la CUP votará favorablemente la cuestión de confianza planteada por Puigdemont, por lo el presidente ya la tiene asegurada matemáticamente.
Sobre los Presupuestos de la Generalitat de 2017, la CUP ha dejado abierto su posicionamiento a pesar de que Puigdemont pidió ayer indirectamente a esta formación que si no era capaz de apoyarlos no hacía falta que votaran la cuestión de confianza.
“Nunca hemos rechazado la posibilidad de apoyar unos presupuestos y, de hecho, los anteriores los negociamos hasta el último minuto aunque sin éxito, ciertamente, pero ahora tampoco rechazamos negociar los de 2017”, ha señalado.
Según Gabriel, que la CUP otorgue la confianza al Govern “no le da carta blanca para presionar políticamente y obligar a una formación política a votar algo en lo que no cree” y ha recordado que “la confianza no es unidireccional, se construye sobre el intercambio honesto de opiniones y propuestas”.
“Estamos dispuestos -ha añadido refiriéndose a los Presupuestos- a votarlos favorablemente, pero no podemos decir que sí antes de verlos”, y ha recordado que para la CUP es un “elemento clave” que contribuyan a “redistribuir la riqueza”.
“Estamos de acuerdo -ha añadido- en que los Presupuestos son un elemento clave para gobernar, y esperamos que puedan construirse a partir de una cadena de confianzas”.
Para la CUP, los Presupuestos tienen que estar asociados a “un proyecto de progreso” y tienen que ser también “un instrumento para ganar la independencia” lo que comporta que la gente no vea esta última “como un simple cambio de banderas” sino como “una oportunidad para hacer posible una redistribución de la riqueza”.
Anna Gabriel ha indicado que la CUP “no falta a su palabra” pero que la confianza “no es una cuestión de fe” sino que debe basarse “en hechos” como el compromiso “de ejercer el derecho autodeterminación aunque el Estado nos niegue este derecho”.
En este punto, ha confesado que la CUP no tiene ninguna esperanza en que el referéndum pueda ser pactado con el Estado, y es más, ha advertido, esperar que éste lo avale “no tiene recorrido”.
Según la portavoz parlamentaria de la CUP, “el referéndum de autodeterminación es la llave que abre todas las cerraduras” y “a cada bloqueo del Estado hace falta una respuesta democrática, no hay que ir trampeando hasta la desobediencia final”.
Después de recalcar que “la república no debe diseñarse en un despacho sino en la calle y entre todos”, Anna Gabriel ha querido dejar claró que la CUP no aceptará “que el referéndum acabe siendo un proceso participativo, ni una consulta popular, ni unas elecciones plebiscitarias, ni unas elecciones constituyentes”.
En el turno de réplica, la portavoz ‘cupera’ ha aludido a la reivindicación de la CUP en la anterior negociación presupuestaria de incrementar la presión fiscal para las rentas más altas, y ha apuntado que una reciente encuesta señala que el 70% de los catalanes son favorables a esta posibilidad.
En respuesta a los que “se burlan” de la vía unilateral, Anna Gabriel ha recordado que “la lucha antifranquista se hacía por la vía unilateral, los demócratas no esperábamos un pacto con el Estado franquista”.