El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha reafirmado hoy su rechazo a facilitar la investidura de Mariano Rajoy, al que ha exigido que ésta vez sí se presente a la investidura “más pronto que tarde”, y se ha mostrado convencido de que habrá una solución “en las próximas semanas”.
Sin dar pistas de cómo se puede resolver el bloqueo, al sugerir que el voto contrario del PSOE a Rajoy no pasará a la abstención y que tampoco está dispuesto a intentar un gobierno alternativo, Sánchez ha mandado “un mensaje de confianza” a la ciudadanía.
“Estoy convencido de que habrá gobierno, de que la legislatura echará a andar y que tiene que tener plena confianza en que los 350 diputados que hemos sido contratados para resolver eta situación tan compleja encontraremos una solución en las próximas semanas”, ha asegurado el líder socialista.
Sánchez ha comparecido en rueda de prensa en el Congreso después de su reunión de una hora con el Rey en el Palacio de la Zarzuela.
El secretario general ha hecho especial hincapié en que Rajoy tiene la “responsabilidad constitucional” de dar “un paso al frente” y someterse a la confianza del Congreso para poner en marcha el “motor de la democracia”.
Sánchez ha advertido a Rajoy de que no puede declinar de nuevo o aspirar a que se abra una fase de reflexión, sino que “tiene que abrir un periodo de trabajo” para buscar el apoyo de Ciudadanos, Convergencia y PNV, a los que ha definido como sus “aliados naturales” y con los que ya ha pactado “los sillones” de la Mesa del Congreso.
“No puede esperar que el resto le hagamos el trabajo. ¿Qué es eso de que aquellos que nos hemos presentado para cambiar sus políticas tengamos que facilitar su investidura? Eso es alterar el resultado electoral y todos tenemos que aceptarlos, y el primero Rajoy”, le ha reconvenido.
Sánchez ha recordado que José María Aznar fue presidente con 156 escaños en su primera legislatura y José Luis Rodríguez Zapatero, con 169.
Por ello, ha hecho ver a Rajoy que el PSOE “no puede ser oposición y gobierno a la vez”, sino que es el PP el que tiene que apañárselas para sumar los apoyos precisos que le garantice un gobierno estable.
El líder del PSOE ha vuelto a recomendar a Rajoy que apueste por “un gobierno conservador no continuista” que aplique políticas distintas a las de los últimos cuatro años, tras recordarle que ya no tiene mayoría absoluta.
Para Sánchez, más que si el PSOE se tiene que abstener, “el dilema real” es si Rajoy es capaz de cimentar base con la que pueda gobernar.
Ha remarcado que “no entorpecerá” las negociaciones que el PP pueda entablar, ni siquiera con los partidos nacionalistas e independentistas, al animar a Rajoy a acabar con “el cordón sanitario” aplicado a estas formaciones en los últimos años.
“Es importante que la derecha madrileña se entienda con la derecha catalana e intente construir una alternativa a la cuestión catalana”, ha deseado Sánchez, quien ha negado, sin dar más explicaciones, que fuera un error la resolución que el PSOE aprobó tras el 20 de diciembre en la que rechazaba negociar con partidos separatistas o que plantearan un referéndum de autodeterminación.
Ha asegurado que su postura contraria a la reelección de Rajoy la avaló el conjunto del PSOE en el Comité Federal del pasado 9 de julio, por lo que no variará.
“No vamos a apoyar a quien queremos cambiar, que es al Gobierno de Rajoy”, ha sentenciado el secretario general.
Ante las insistentes preguntas de si estaría dispuesto a volver a intentar formar un gobierno de cambio si Rajoy vuelve a declinar su candidatura, Sánchez ha vuelto a eludir una respuesta clara, pero ha dado a entender que no es viable.
“Los tiempos en democracia son fundamentales. Estamos en un proceso de investidura en el que Rajoy se tiene que presentar. Cualquier elucubración e hipótesis creo que es una irresponsabilidad”, ha zanjado.
También ha apuntado que Podemos y Ciudadanos se siguen vetando y que el líder de la formación morada, Pablo Iglesias, ya descartó en marzo el entendimiento con el PSOE votando en contra de su investidura.
“A partir de ahí, la respuesta está clara”, ha incidido para rechazar la oferta de Iglesias de volver a intentar un gobierno de izquierdas en coalición.
El papel del PSOE en esta legislatura, ha añadido Sánchez, es “defender el cambio de gobierno todas las semanas” a través de una oposición “constructiva, útil y leal” y de la presentación de iniciativas que permitan revocar leyes como la reforma laboral.
A su juicio, la nueva legislatura “no tiene que ser corta” y puede ser “una gran oportunidad para forjar consensos” ante los retos que tiene España en diferentes ámbitos.
Preguntado si podría cambiar la postura del PSOE si el PP opta por otro candidato, como ha planteado hoy el líder de C’s, Albert Rivera, Sánchez ha dicho que no le corresponde a él inmiscuirse en cuestiones internas de otros partidos.
El secretario general del PSOE, que desde el 26 de junio ha optado por limitar al máximo sus apariciones públicas, ha querido agradecer el “exquisito papel” que está manteniendo el jefe del Estado en su ronda de consultas.