El Rey afronta a partir de mañana su cuarta ronda de consultas políticas desde que ocupa la Jefatura del Estado, con el propósito de pulsar la opinión de las formaciones parlamentarias para poder proponer un candidato a la investidura como presidente del Gobierno.
De acuerdo con sus funciones constitucionales, a Felipe VI le corresponde “proponer” el candidato a jefe del Ejecutivo “previa consulta con los representantes designados por los grupos políticos” con presencia parlamentaria “y a través del presidente del Congreso”.
El diputado de Nueva Canarias (NC) Pedro Quevedo será el primero de los 14 líderes políticos a los que recibirá don Felipe en su despacho de Zarzuela, siguiendo el mismo criterio de orden de las rondas anteriores, de menor a mayor en función de su representación.
En esta ocasión, el Monarca va a concentrar su agenda de entrevistas en tres jornadas, para culminar la ronda con el jefe del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, en la tarde del jueves.
Tras Pedro Quevedo, el Rey ha convocado para mañana por la mañana a Isidro Martínez Oblanca (Foro) y Ana Oramas (CC), mientras que por la tarde recibirá a Javier Esparza (UPN), y Alberto Garzón (IU).
El miércoles acudirán a la Zarzuela Aitor Esteban (PNV), Alexandra Fernández (En Marea), Francesc Homs (CDC), Joan Baldoví (Compromís) y Xavier Doménech (En Comú Podem).
El jueves por la mañana conversará con Albert Rivera (Ciudadanos), Pablo Iglesias (Podemos) y Pedro Sánchez (PSOE), y ha dejado para la tarde a Rajoy, que será su último interlocutor.
Después de su conversación con el líder del PP, el Rey recibirá a la presidenta del Congreso, Ana Pastor, a la que podrá hacer llegar su propuesta de candidato a la investidura o, en caso de que no lo haya, informar de esta circunstancia y convocar nuevas consultas en su momento.
El resultado de las tres rondas anteriores fue diferente en todos los casos; tras la primera, celebrada a partir del 18 de enero, el jefe del Estado comunicó que Rajoy había “declinado” su oferta para someterse a la investidura.
Después de la segunda, que arrancó el 27 de enero, el Monarca propuso como candidato al socialista Pedro Sánchez, quien no logró los apoyos necesarios en la votación celebrada en el Congreso el 4 de marzo para ser investido presidente.
En las terceras consultas, entre el 25 y el 26 de abril, don Felipe constató que ningún candidato tenía respaldo suficiente, por lo que el 3 de mayo firmó el decreto de disolución de las Cortes y la convocatoria de las elecciones celebradas el 26 de junio.
El resultado de estos comicios, en los que el PP mejoró su representación parlamentaria en 14 escaños, hasta llegar a los 137 diputados, no garantiza de entrada la investidura a ningún posible candidato.
Así, la situación política a la que se enfrenta Felipe VI en sus nuevas conversaciones con los líderes políticos es similar a la de la anterior legislatura, ya que de nuevo los pactos son necesarios para poder elegir presidente del Gobierno.