En 2015 el número de muertes superó al de nacimientos, una situación que no se había producido nunca, o al menos no desde 1941, primer año del que existen datos, y que refleja la grave crisis demográfica que padece España.
Así el pasado año los nacimientos se redujeron un 2 % mientras que las muertes aumentaban un 6,7 %, lo que se traduce en 419.109 alumbramientos (8.486 menos que en 2014) y 422.276 muertes (26.446 más), cifras que arrojan un saldo vegetativo negativo de 2.753.
Pero hay más datos preocupantes: la edad a la que las mujeres tienen su primer hijo sigue al alza; la esperanza de vida se ha reducido por primera vez desde 2005; el número de nacimientos es el menor desde 2002; el número de mujeres en edad de ser madres se reduce; el aumento de las muertes es el mayor desde 1971 y la tasa de mortalidad, la más elevada desde 2003.
La radiografía de la población española que ofrece el Instituto Nacional de Estadística (INE) en los datos de “Movimiento Natural de la Población” no es nada halagüeña y alerta de una situación que compromete no sólo la pirámide poblacional, sino el futuro del país, el mercado laboral, la productividad o el sistema de pensiones y prestaciones. No es sostenible una economía con más gente inactiva que activa.
Desde 2008, cuando nacieron 519.779 niños y se logró el máximo en 30 años, la caída del número de nacimientos ya alcanza el 19,4 %.
Nacen 9 niños por cada mil habitantes y el número de mujeres entre 15 y 49 años (en edad de ser madres) no ha dejado de bajar desde 2009.
Explica el INE que esto se debe a tres razones: a que ese rango de edades lo forman generaciones menos numerosas nacidas durante la crisis de natalidad de los 80 y primera mitad de los 90; al menor flujo de inmigración exterior; y al mayor número de emigraciones al exterior de los últimos años.
La reducción del número de mujeres en edad fértil explica el aumento de una décima en el número de hijos por mujer hasta los 1,33 (1,28 hijos por española y 1,65 por extranjera).
La edad media de la maternidad sigue en ascenso y ya se sitúa en los 31,9, frente a los 31,8 de 2014 (32,4 años para las españolas y en 29,4 para las extranjeras).
Pese a la continua salida de España de los extranjeros como consecuencia de la crisis económica que comenzó en 2008, de los 419.109 nacimientos de 2015, 74.842 fueron de madre extranjera, es decir, el 17,8 % del total.
En España fallecen 9,1 personas por cada mil habitantes y, en el caso de los niños, 2,8 por cada mil nacidos, una tasa que se mantiene por debajo de 3 por mil desde 2013.
Otro de los datos que alertan de la situación demográfica española es la esperanza de vida, que se reduce por primera vez desde 2005 y se sitúa en 82,7 años (79,9 los hombres y 85,4 las mujeres).
Detalla el INE que si en 2015 tienes 65 años te quedarán 18,8 años de vida si eres hombre y 22,7 si eres mujer.
La estadística difundida hoy también ofrece datos sobre nupcialidad que revelan que 166.248 parejas decidieron casarse en 2015, un 2,3 % más que las que lo hicieron en 2014, lo que indica que se producen 3,5 matrimonios por cada mil habitantes.
Y la edad a la que se casan sigue aumentando y se sitúa en 37,3 años para ellos y 34,4 para ellas.
En el caso de los matrimonios entre personas heterosexuales, el 15,8 % de los casos uno de ellos era extranjero, mientras que un 2,2 % de los enlaces correspondieron a parejas homosexuales (3.677).
Por comunidades autónomas, los nacimientos se redujeron en todas encabezadas por las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla donde cayeron un 9,1 y un 6,6 por ciento, respectivamente, seguidas de Cantabria (4,3 %) y La Rioja (3,5 %).
También aumentaron las muertes en todas las regiones (excepto en Ceuta) con la Comunidad de Madrid, Andalucía y Castilla-La Mancha a la cabeza con alzas del 8,6 %; 8,5 % y 8,2 %, respectivamente.
Y como resultado del saldo vegetativo, diez comunidades pierden población y siete la aumentan.