Los Mossos d’Esquadra han entrado esta tarde en el llamado “Banco Expropiado” para desalojar a los cinco okupas que han logrado volver a entrar en el local, cuyo desalojo el pasado 23 de mayo desencadenó altercados en el barrio barcelonés de Gràcia.
Según han informado fuentes policiales, los agentes, que han entrado en la finca equipados con sierras radiales y otras herramientas, han encontrado en el interior del inmueble a cinco activistas.
Los Mossos d’Esquadra desconocen de momento cómo han conseguido los okupas entrar en el local, en cuya fachada, tras el desalojo, se fijaron unas planchas metálicas para impedir el acceso al interior.
Los okupas del llamado “Banco Expropiado” han anunciado este mediodía, a través de las redes sociales, que varios activistas habían logrado recuperar la finca desalojada y han difundido un vídeo que muestra a cinco personas, con los rostros cubiertos, brindando con cava supuestamente en el interior del local.
Poco después de las 14.00 horas, una decena de furgones antidisturbios han acudido al “Banco Expropiado”, donde los Mossos han podido entrar tras abrir un hueco en las puertas de chapa que protegen la finca desalojada, con la ayuda de una sierra radial.
Varios agentes han entrado en el interior de la finca, equipados con numerosas herramientas, como radiales y cizallas, para cortar metal, lo que apunta a que los activistas podrían haberse encadenado en el interior del local para dificultar su desalojo.
A través de megafonía, los Mossos d’Esquadra han avisado a los vecinos de la zona de que se alejen de los alrededores del “Banco Expropiado” y algunos comercios próximos han optado por bajar sus persianas.
Agentes de los Mossos han formado una barrera en las calles adyacentes para impedir que un centenar de personas del movimiento okupa se acerquen al lugar.
El desalojo de los cinco activistas podría coincidir con la manifestación que se ha convocado para las 19.00 horas de esta tarde en el barrio barcelonés de Gràcia para exigir que se devuelva el llamado “Banco Expropiado” a sus ocupantes.
El local fue desalojado el pasado 23 de mayo por orden judicial a raíz de la denuncia presentada por la inmobiliaria propietaria de la finca, cuyo alquiler estuvo pagando durante un año el gobierno de Xavier Trias para evitar el desalojo de los okupas.