Los bomberos desplazados al incendio del cementerio de neumáticos de Seseña (Toledo), que se inició el 13 de mayo, siguen removiendo el material acumulado que se ha visto afectado para tratar de extinguir el fuego.
Fuentes del servicio de emergencias 112 han informado a Efe de que en el lugar del incendio trabajan dos dotaciones de bomberos del Consorcio de la Diputación de Toledo, compuestas por ocho personas, y una dotación más de bomberos de la Comunidad de Madrid, con cuatro personas más.
También trabajan en el lugar seis máquinas pesadas para continuar moviendo el material que se ha visto afectado, con el objetivo de favorecer la combustión de las ruedas que se han visto dañadas por las llamas, ya que se calcula que una cuarta parte de los neumáticos almacenados no está afectada por el incendio.
La Policía Local de Seseña tiene desplazadas dos patrullas, con cinco agentes, y la Guardia Civil, una patrulla más dotada con dos agentes.
Además, los medios forestales tienen en el lugar un camión nodriza y dos efectivos.
El incendio del cementerio de neumáticos de Seseña, que acumula 5 millones de ruedas y que estaba considerado el vertedero ilegal de ruedas más grande de Europa, comenzó en la madrugada del 13 de mayo y provocó, el primer día, el desalojo de los vecinos de la urbanización El Quiñón, a 500 metros del fuego, debido a la columna de humo negro.
Además, todos los colegios de Seseña no abren desde el 20 de mayo y mañana se decidirá si el 1 de junio se reanudan las clases.