La mayoría de las encuestas pronostican una variación mínima en los resultados de los comicios del 26 de junio respecto al 20D, pero, sin embargo, la coalición entre Podemos e IU puede hacer que bailen hasta 14 escaños en provincias que en diciembre se dirimieron por menos de 3.000 votos de diferencia.
Si en diciembre tuvieron 71 escaños por separado (69 Podemos y sus distintas confluencias y 2 Unidad Popular-IU), ahora podrían alcanzar hasta 85 diputados juntos, en perjuicio sobre todo del PP (que podría perder siete) y de Ciudadanos (que restaría cuatro), pero es un cálculo basado en la repetición milimétrica de los resultados de diciembre.
Lo cierto es que podemos e IU esta vez sí van juntos, después de consultar a sus bases, con la idea de repetir con Compromís en la Comunidad Valenciana y con las marcas En Marea, en Galicia, y En Comú Podem, en Cataluña, a falta de registrar la coalición ante la Junta Electoral Central antes de las doce de esta noche.
No obstante, no se han cerrado las dudas surgidas en algunas federaciones de IU, como en la valenciana, que se siente humillada por los puestos en los que va en las listas, y también hay voces dentro de En Marea o de En Comú que defienden la posibilidad de presentarse finalmente con un partido instrumental para no encontrar obstáculos luego a la hora de crear grupo propio en el Congreso.
Mientras, el Partido Popular ha reeditado tres coaliciones de las que formó parte en las elecciones generales del 20 de diciembre: con UPN en Navarra, con el PAR en Aragón y con Foro en Asturias, pero no con las Asambleas Municipales de Fuerteventura.
Los socialistas, por su parte, han renovado su alianza con Nueva Canarias.
Todos ellos están ya entregados a la precampaña sabiendo que las grandes provincias como Madrid y Barcelona son las que ponen más diputados en juego en las próximas elecciones generales y, por lo tanto, los mayores caladeros de votos para todos.
Pero hay otras 14 circunscripciones medianas o pequeñas que pueden ser determinantes en los comicios del 26J, ya que en ellas se decidieron escaños por menos de 3.000 votos en las elecciones de diciembre pasado.
La diferencia entre obtener representación o quedarse a las puertas se dirimió por menos de 2.000 papeletas en Albacete, Almería, Badajoz, Ciudad Real, Granada, Guadalajara, Jaén, León, Lleida y La Rioja.
En Álava, Huesca, Segovia y Teruel la distancia fue menor a 3.000 votos.
Son en su mayor parte provincias en las que los llamados “restos” beneficiaron al PP el 20D y que con los mismos resultados ahora irían a parar al pacto entre Podemos e IU.
Con los datos de las elecciones del 20 de diciembre, en Granada el PSOE se quedó a 744 votos de tener un tercer diputado por esa circunscripción, que fue para el PP, mientras que en Guadalajara a Podemos le faltaron 819 papeletas para arrebatarle a Ciudadanos su único escaño por esta provincia.
Esas fueron las dos circunscripciones donde los resultados fueron más ajustados en aplicación de la ley D’Hondt, un sistema de asignación proporcional de escaños que en España se aplica desde 1977.
Precisamente en la simulación de lo que hubieran conseguido de presentarse juntos el 20D se han basado Podemos e IU para repartir los puestos de salida en las listas electorales.
Hipotéticamente, el PP sería el partido más perjudicado por este acuerdo, ya que podría perder seis diputados por Ciudad Real, Málaga, Murcia, Las Palmas, Teruel y Zaragoza, a los que habría que sumar Granada, donde el partido de Mariano Rajoy tuvo un tercer diputado por 744 votos de deferencia con el PSOE, aunque la ley D’Hondt podría decantar la balanza por la coalición de izquierdas, ya que IU obtuvo casi 26.000 votos en esa provincia.
Podemos e IU también podrían arrebatar cuatro escaños a Ciudadanos (Albacete, Guadalajara, Santa Cruz de Tenerife y Sevilla), dos al PSOE (Álava y Jaén) y uno al PNV (Vizcaya).