Agentes de la Policía Nacional han detenido en Santomera a doce personas, entre trabajadores y responsables de una empresa de manipulación de verduras, que, presuntamente, sometían a sus trabajadores a diversos abusos en materia laboral, informó hoy este cuerpo.
De los doce detenidos, seis son españoles, dos senegaleses, dos nigerianos y dos marroquíes, de 25 y 47 años.
Según la policía, los empresarios alentaban a sus trabajadores ilegales para que utilizasen identidades de sus compatriotas en estancia legal, con objeto de que pudiesen cotizar y cobrar, posteriormente, el paro y otras ayudas sociales.
En concreto, en la Inspección Policial y de Trabajo, llevada a cabo en la sede de la empresa, fue detectada la presencia de dos personas en situación irregular, las cuales se encontrarían usurpando la identidad de otros compatriotas en situación legal.
Por tal motivo fueron detenidos tanto a los usurpadores como a los usurpados, siendo los propios responsables de la empresa los que alentaban a la realización de esta conducta tipificada penalmente.
Además, los empresarios detenidos se aprovechaban de la situación irregular de sus empleados para someterlos a condiciones abusivas en el entorno laboral.
Un trabajador denunció además tocamientos e insinuaciones de carácter sexual por parte de un encargado de la empresa y dos trabajadores.
Los hecho se remontan a mediados de abril, cuando la Unidad contra Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales (UCRIF) tuvo conocimiento de esta serie de irregularidades llevadas a cabo en una empresa de manipulación de verduras.
Los agentes descubrieron además que los contratos laborales eran para uno o dos días de duración con una jornada laboral de ocho horas, cuando en realidad trabajan todo el mes con jornadas maratonianas de doce horas diarias.
El salario que se les pagaba era por kilogramo producido y no por hora trabajada, tal y como regula el convenio laboral, y no se les facilitaba herramientas de trabajo o seguridad, teniendo que comprar ellos mismos los utensilios de trabajo, mientras que el trato dispensado a los trabajadores extranjeros era denigrante y vejatorio, siendo constantemente amenazados con el despido si se quejaban de las condiciones de trabajo.
La operación ha sido llevada a cabo por agentes de la UCRIF de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de la Jefatura Superior de Policía de la Región de Murcia en colaboración con la Inspección de Trabajo y Seguridad Social y Policía Local de Santomera.
