Catalunya / España

Doce jubiladas crean una cocina social que sirve 20.000 platos en dos años en Zamora

La cocina social del barrio zamorano de San José Obrero ha cumplido dos años y en este tiempo la docena de jubiladas que puso en marcha esta iniciativa ha superado los veinte mil platos calientes servidos en fiambreras para que familias con escasos recursos económicos se los lleven a casa.
Este grupo de jubiladas inquietas, que han encontrado en este proyecto una gratificante ocupación para su tiempo libre, iniciaron la entrega de comida elaborada con productos frescos de forma modesta y han ampliado poco a poco el número de beneficiarios y los objetivos de su labor social.
La decana de estas mujeres que ya llevaban años comprometidas con el desarrollo comunitario de este barrio zamorano, Soledad Hernández, de 81 años, se siente orgullosa de acudir a elaborar comida para quienes peor lo pasan con la crisis, por lo que piensa continuar “hasta que el cuerpo aguante”, ha indicado a Efe.
La idea surgió mientras este grupo de amigas tomaba un café y se preguntaba cómo podía ayudar a las familias con hijos del barrio que estaban en paro.
La asociación vecinal les dejó un local que habilitaron como cocina y con una infraestructura conseguida a base de donaciones y electrodomésticos de segunda mano iniciaron su proyecto social, que ha ampliado horizontes y ahora llega a toda la ciudad e incluso a vecinos de algún pueblo cercano.
Actualmente, la cocina social de San Jose Obrero sirve cuatro días a la semana una media diaria de sesenta menús para llevar, que constan de primer plato, segundo y postre.
Además, las personas necesitadas que acuden reciben periódicamente leche, galletas y cacao para el desayuno así como productos no perecederos para hacer las cenas y pueden beneficiarse de un servicio gratuito de ropero, con prendas de vestir de segunda mano que están en buen estado.
Las voluntarias se dividen en grupos de tres y cada jornada en la que sirven la comida se pasan cinco horas de trabajo voluntario en la elaboración del menú, su entrega en fiambreras y labores de recogida y limpieza de la cocina.
En estos dos años han pasado de servir comida para llevar tres días a la semana a hacerlo cuatro gracias a que uno de ellos los platos los dona desinteresadamente la empresa zamorana Catering de Luz.
También han encontrado el apoyo de industrias como Gaza, que les ofrece la leche a mitad de precio y realiza algunas donaciones, así como de una panadería, El Viso, que les regala el pan, y otros establecimientos que hacen donaciones esporádicas o les ofrecen productos a precio de coste.
Del mismo modo, el apoyo del Banco de Alimentos ha sido vital para la continuidad del proyecto, ya que esta organización sin ánimo de lucro les entrega muchos de los alimentos que utilizan para la elaboración de las comidas.
El proyecto también ha sido reconocido con aportaciones económicas puntuales por entidades como Caja Rural, empresas como Aquona y asociaciones como la de Afectados por las Preferentes de Zamora, la de Caballeros Cubicularios o la de mayores “El Ángel”.
Las jubiladas solidarias de San José Obrero también han llamado a las puertas de las instituciones públicas para reclamar ayuda para su cocina social pero por el momento es aquí donde estas “chicas de oro” no han encontrado respuesta, lo que contrasta con la suma de apoyos recibidos de particulares y empresas.

To Top