Sanos, aunque más delgados, los tres periodistas españoles Ángel Sastre, Antonio Pampliega y José Manuel López se encuentran ya en casa y en familia tras permanecer casi un año secuestrados en Siria.
Alrededor de las 9.00 horas aterrizaba en la base de Torrejón de Ardoz el avión del Ejército del Aire en el que desde Turquía han viajado los tres informadores y personal de distintos ministerios.
En la misma pista esperaban familiares y la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, quien ha sido la encargada de coordinar los trabajos para el regreso de Pampliega, Sastre y López.
Los tres han permanecido secuestrados desde julio del año pasado; sus raptores les apresaron en las inmediaciones de Alepo, una de las ciudades más devastadas por la guerra civil que asuela el país y en la que se encontraban los periodistas para cubrir las consecuencias del conflicto.
Los tres eran “free lance” y colaboraban con distintos medios para narrar los efectos de una guerra más, ya que Pampliega, Sastre y López han cubierto varias en los últimos años en distintas partes del mundo.
Ayer, una vez liberados, y ya en Turquía, desde donde partió el avión del Ministerio de Defensa, un examen médico constató que se encuentran en buen estado y partieron rumbo a Madrid.
En Turquía la vicepresidenta tuvo un primer contacto telefónico con los periodistas. Según fuentes próximas a la familia, el Rey les ha telefoneado hoy tras su llegada y les ha felicitado por su liberación.
El contacto que ayer pudo tener la vicepresidenta se ha convertido esta mañana en abrazo cuando Pampliega, Sastre y López bajaron por la escalerilla del avión. Acto seguido, los familiares han entrado en la pista para recibirlos, algunos de ellos sin poder contener la emoción.
Después, en conversación con Efe, han relatado que prácticamente el 90 por ciento de su tiempo de cautiverio lo han pasado en habitáculos cerrados, si bien, han dicho, los secuestradores les trataron bien.
Desde una cafetería de Madrid, han reconocido que no han sabido en ningún momento en qué lugar han permanecido raptados durante diez meses.
Según su relato, han estado en al menos seis casas, siempre encerrados en habitaciones de las que únicamente salían, y sólo en contadas ocasiones, para dar paseos por un patio. Dentro hacían ejercicio para al menos escapar del aburrimiento.
A lo largo de tres meses, los primeros, estuvieron juntos, pero al cabo de ese tiempo los raptores decidieron separar a Pampliega, en tanto que López y Sastre atravesaron uno al lado de otro el tiempo de cautiverio.
Hasta ayer, cuando fueron liberados, ninguno tuvo conocimiento del estado de Pampliega.
Pasado lo peor, los tres periodistas han declarado que están bien de salud, aunque también algo “desbordados” por la situación. De momento, han elegido no ofrecer ruedas de prensa.
A la satisfacción y el alivio por su liberación de ayer se han unido hoy las muestras de felicitación y solidaridad, como la del presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, quien en su cuenta de Twitter ha colgado una foto con la salida del avión de los periodistas y ha escrito: “¡Bienvenidos!”.
Ha trasladado su alegría a familiares y amigos, al igual que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, congratulado por este desenlace “feliz”.
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, quien ha viajado hoy a Mérida para participar en la Fiesta de la Rosa, ha pedido a los asistentes a su acto que el primer aplauso lo dedicaran a los tres periodistas que acababan de volver a España. “Bienvenidos a casa”, les ha dicho.
“Enhorabuena y solidaridad”, ha transmitido la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, en Ourense para clausurar el congreso del PP de Galicia.
La satisfacción ha estado muy presente en las reacciones de las asociaciones profesionales. La presidenta de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), Victoria Prego, se ha mostrado “contentísima”, una alegría que ha compartido su homóloga en la Federación de Asociaciones de Periodistas Españoles (FAPE), Elsa González.
Ambas, no obstante, han llamado la atención sobre las condiciones en las que hacen su trabajo los periodistas que cubren conflictos armados.
“Son tres periodistas precarios, con una vocación de hierro y que mantienen los valores del periodismo”, ha afirmado González.
José Manuel López, de León, ha trazado una trayectoria profesional como periodista de guerra caracterizada por la denuncia de injusticias, al igual que Pampliega, nacido en Madrid. Sastre comparte esta misma vocación, y de hecho, cuando fue secuestrado, era la segunda vez que se desplazaba a Siria.