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Los Mossos defienden el uso de pistolas eléctricas contra las personas con alienación

Representantes de los Mossos d’Esquadra han defendido el uso de pistolas eléctricas frente a personas en estado de alienación durante la reunión del grupo de trabajo sobre el uso por la policía de pistolas eléctricas celebrada hoy en el Parlament.
El informe del Síndic de Greuges “Las pistolas eléctricas como dotación policial en Cataluña: elementos para el debate” desaconseja el uso de las pistolas eléctricas contra personas en un estado de alienación, ya que podrían “no entender las órdenes que les dirigen los agentes policiales”.
El comisario jefe del cuerpo de Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero, ha considerado que esta alteración lleva a la persona a poner en peligro a los miembros del cuerpo policial, a terceras personas o a ellas mismas, por lo que ha justificado que las pistolas podrían ser las herramientas “más benignas” frente a estas situaciones.
El director general de la policía, Albert Batlle, ha apostado por que estas herramientas “nunca serán el primer recurso que utilizar en una actuación policial”, y ha añadido que “sólo se utilizarán después de un proceso racional de decisión”.
Batllé ha recordado que el anterior conseller de Interior, Ramon Espadaler, anunció su voluntad de facilitar 134 pistolas eléctricas para los Mossos d’Esquadra, que serían utilizadas por los comisarios jefe -quienes determinarían el uso de estas armas en la comisaría- o por los jefes de operativos de unidades especiales.
En cuanto a los responsables de operativo, Batlle ha detallado que serían unidades de seguridad ciudadana, en concreto de la Brigada Móvil, del Área Regional, y de recursos operativos del Área de custodia de atención.
El subjefe de la división técnica de planificación de seguridad del cuerpo de Mossos d’Esquadra, Josep Antoni Saumell, ha explicado que las pistolas eléctricas (conocidas por su nombre comercial como pistolas Táser) cuentan con un voltaje de 50.000 voltios y una corriente de 2,1 miliamperios, y que funcionan a partir de pulsores eléctricos que consiguen interferir en la respuesta motora de la persona.
Además, las pistolas eléctricas contarán con unas cámaras que grabarán dos minutos antes de que el agente haya empezado a utilizar el arma, lo que permitirá contextualizar mejor la actuación policial.
Cada pistola almacenará una información imborrable del día, la hora, el estado de la batería, la temperatura ambiente y la duración de cada descarga ejecutada, la cual puede realizarse a una distancia de hasta 7 metros.
Por otro lado, la batería de la pistola permite hasta 500 descargas seguidas, con una duración máxima de 5 segundos.
Frente a la mortalidad provocada supuestamente por las pistolas eléctricas, Trapero ha negado que estas armas sean la causa directa de dichos fallecimientos, y ha argumentado que las personas fallecidas sufrían problemas médicos, como intoxicación grave o cardiopatía.
Aun así, Trapero ha reconocido que un uso incorrecto del arma por parte de los agentes puede originar algunos riesgos, a lo que el comisionado de seguridad del Ayuntamiento de Barcelona, Amadeu Recasens, ha recordado que las pistolas eléctricas son un “arma menos letal, no una arma no letal”.
Frente a la sospecha de los grupos parlamentarios de intereses privados relacionados con estas pistolas y la formación de los agentes, Batlle ha apuntado que el Instituto de Seguridad Pública de Cataluña formará a los policías tanto en materia técnica como profesional para asegurar los valores de congruencia, oportunidad y proporcionalidad en la intervención policial.
Recasens ha destacado que un informe de Amnistía Internacional ha subrayado que solo en un 25-30 % de los casos en los que se han utilizado pistolas Taser como uso alternativo a las armas de fuego, y que en el año 2012 hubo 500 muertes, la mayoría de ellas de personas que no iban armadas.

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