Los libreros facturaron 20,96 millones de euros en Sant Jordi, lo que supone un incremento de un 3 % con relación al 23 de abril de 2015, según los datos presentados hoy por el gremio.
El presidente del Gremio de Libreros de Cataluña, Antoni Daura, ha dicho en la presentación que el pasado 23 de abril se vendieron 1,6 millones de ejemplares, unos datos que corroboran “las sensaciones positivas de la jornada de no retroceder e incluso crecer un poco en cuanto a las ventas”.
Los datos recogidos por el gremio confirman que la jornada tuvo en general “un buen arranque de ventas y participación aprovechando que el tiempo acompañó y probablemente porque algunos adelantaron sus compras por las predicciones de lluvias por la tarde”.
Respecto al número de títulos diferentes, se comercializaron un total de 45.267, un 5 % más que en 2015, mientras que en cuanto al idioma, el 32,65 % de los títulos vendidos fueron en catalán y el 67,35 % en castellano.
En cambio, ha añadido Daura, “a la hora de valorar las ventas en número de ejemplares, se vendieron más unidades en catalán (54,32 %) que en castellano (45,38 %).
De los más de 45.000 títulos comercializados, unos 10.500 fueron de ficción; cerca de 20.000 de no ficción -un 15 % más que en 2015- y casi 15.000 de infantil y juvenil.
La provincia de Barcelona es, con diferencia, donde se vendieron más títulos (41.516), seguida de Girona (11.568), Tarragona (9.748) y Lleida (9.636).
Según los libreros, los lugares donde se registró menos participación fueron los municipios con menor población estable el fin de semana y los barrios de la ciudades con oficinas o alejados del centro. En estos puntos se detectaron bajadas de facturación de entre un 20 y un 30 %.
En el mismo acto, el conseller de Cultura, Santi Vila, ha confirmado que “Cataluña será el país invitado en la próxima edición de la Feria del Libro de Bolonia, que es la feria de referencia del libro infantil”.
La Feria de Bolonia tendrá lugar del 3 al 6 de abril de 2017 y contará con la participación de todos los agentes involucrados, y, para Vila, “será una oportunidad para fomentar la exportación de este tipo de libro y también para afianzar la marca de la ilustración catalana”.