Un norovirus de origen fecal humano fue el causante del brote de gastroenteritis que ha afectado a 4.136 personas que bebieron agua envasada en garrafas de la marca Font d’Arinsal embotellada en Andorra, según ha confirmado hoy el secretario de Salud Pública de Catalunya, Joan Guix.
En rueda de prensa, Guix ha dado por concluido el brote porque no ha aparecido ningún nuevo caso durante el fin de semana y este tipo de virus se incuba durante entre 12 y 48 horas, y ha avanzado que no se han planteado imponer ningún tipo de sanción porque no han detectado ninguna alteración de la normativa en territorio catalán, ya que la infección se produjo en el envasado en Andorra.
Respecto a la forma en que el norovirus llegó al agua, el catedrático de microbiología de la Universidad de Barcelona Albert Bosch ha afirmado que “quien sufre gastroenteritis excreta niveles elevados de virus, que de alguna manera van a parar al agua o los alimentos”, generando este tipo de brotes en un proceso denominado “contaminación fecal humana”.
Desde el departamento también aseguran que la central de la empresa que distribuyó el agua embotellada en Catalunya ha sido inspeccionada en tres ocasiones sin obtener ningún resultado: “Todo ello lleva a suponer que las posibles contaminaciones se hayan producido en el origen”.
El agua es recogida en el manantial y embotellada fuera de Catalunya -han precisado los responsables de Salud- y las garrafas son transportados y distribuidos aquí sin ningún tipo de manipulación”.
“La manera habitual en que se infectan aguas potables, aunque no ha pasado nunca aquí, es cuando de alguna manera se mezclan aguas fecales con aguas potables”, ha agregado Bosch.
No obstante, el catedrático de microbiología no ha querido aventurarse y lanzar hipótesis posibles sobre el origen de la infección y se ha limitado ha asegurar que los causantes de dicho proceso de contaminación pueden ser “todos los imaginables”.
El departamento de Salud ha advertido también que los norovirus detectados en el agua son muy pequeños y resistentes, y resulta muy difícil retenerlos en procesos de filtrado de bacterias, además, hacen falta muy pocos para provocar un brote.
El secretario de Salud Pública de la Generalitat ha asegurado también que esta intoxicación masiva es “un hecho excepcional”, poco frecuente y es el brote más importante de este tipo registrado hasta la fecha.
“Se trata de un sector altamente regulado y controlado, que ofrece todas las garantías de seguridad”, ha agregado Guix.
Asimismo, ha recordado que la regulación europea establece todos los análisis que se deben practicar en el agua comercializada y no obliga a buscar la presencia de norovirus ni ningún otro tipo de virus.
Finalmente Guix ha señalado que se han realizado más pruebas en el agua andorrana, que serán remitidas a Catalunya para que sean analizadas aquí y los resultados obtenidos, serán remitidos a las autoridades del Principado de Andorra, que los comunicará públicamente.
Desde el departamento se ha asegurado que no hay datos del impacto que ha tenido este brote de gastroenteritis en la economía y han asegurado que como la afectación de esta enfermedad es leve, muchos de los afectados han acudido a trabajar.
Todos las personas que han sufrido este brote de gastroenteritis por beber en sus empresas agua envasada en garrafas podrían reclamar hasta 150 euros por cada día que estuvieron impedidos a causa de la intoxicación, según el colectivo de abogados Ronda, que ha recomendado organizar una plataforma para poder negociar con la empresa el pago de las correspondientes compensaciones e indemnizaciones.