Los contratos de muy corta duración, una semana o menos, han ganado peso en el mercado laboral desde el inicio de la crisis y sólo en el pasado mes de marzo se firmaron 402.679 de un total de 1.358.155 contratos temporales, según informa UGT en un comunicado en el que denuncia esta práctica abusiva.
UGT subraya que existe una elevada correlación entre la edad y el uso de contratos de mínima duración que, hasta los 25 años, suponen uno de cada tres, pero también son mayoría en sectores como actividades artísticas, recreativas y de ocio (54,4 %), hostelería (43,4 %) y actividades sanitarias y servicios sociales (35,8 %).
Ante esta realidad, el sindicato exige una justificación previa para el uso de esta modalidad contractual y la fijación de topes específicos al encadenamiento de los mismos.
UGT resalta que los contratos de muy corta duración han aumentado hasta 8 puntos desde el año 2009, implantando con ello el aumento de la precarización en las condiciones de trabajo, la inestabilidad laboral, el riesgo de siniestralidad, la falta de formación y la mayor dificultad para el acceso a las prestaciones de desempleo y Seguridad Social.
Según el sindicato, que se basa en datos del paro registrado en los servicios públicos de empleo, en el mes de marzo el 90 % de la contratación era temporal y de esta el 30 % tenía una duración inferior o igual a la semana.
El porcentaje de estos contratos es mayor entre mujeres que hombres y por edades suponen el 33 % hasta los 25 años; entre el 25 y el 28 % para la franja que va de 25 a 45 años y a partir de esa edad se reduce progresivamente hasta el 20 %.
Además de tener mucha incidencia en actividades de ocio, hostelería y actividades sanitarias, esta modalidad supone un 34 % de los contratos temporales en actividades de comunicación y administrativas, un 31 % en la industria manufacturera y un 28 % en el transporte.
Por el contrario, sólo suponen el 1 % de los contratos temporales cuando se refiere a la contratación de empleados del hogar y actividades domésticas.
Por todo ello, UGT reclama más control en las situaciones de fraude, aumentando las sanciones y penalizando el uso injustificado de estos contratos en aquellas empresas que, de manera reincidente y habitual, los utilicen sin justificación.
También demanda implantar la presentación previa de una justificación en las relaciones laborales que vaya tener una duración inferior a una semana y exige ampliar el ámbito de aplicación del recargo en la cuota a los contratos indefinidos de duración efectiva inferior a 7 días.