El arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, ha denunciado ante los Mossos d’Esquadra por presunto fraude al fraile de la Pía Unión de los Hermanos Misioneros de los Enfermos Pobres de Barcelona encargado de llevar la tesorería de la orden y ha nombrado un comisario para intervenir y proteger la obra social que llevan a cabo.
Según han informado a Efe fuentes del Arzobispado de Barcelona, el fraile, originario de Perú y que llevaba unos tres años en Barcelona, se habría quedado presuntamente una gran cantidad de dinero del que gestionaba como apoderado de la orden religiosa, de la que ha sido expulsado.
Fuentes religiosas han explicado a Efe que Omella, nada más conocer que pudieran haber presuntas irregularidades económicas en la Pía Unión de los Hermanos Misioneros de los Enfermos Pobres ha decidido denunciar el caso e intervenir directamente.
Aunque aún se desconoce la cantidad de dinero presuntamente defraudado y el método empleado, el arzobispado ha asegurado que esta asociación hubiera sido víctima de un fraude mayor de no ser por la intervención del Arzobispado de Barcelona.
La denuncia presentada por el arzobispado ante los Mossos d’Esquadra es por un posible delito económico, ya que el fraile habría gestionado fraudulentamente parte del patrimonio de los Hermanos Misioneros de los Enfermos Pobres.
El Arzobispado de Barcelona ha decidido personarse como acusación particular en esta causa denunciada a la policía, sobre la que espera que, posteriormente, se abra el correspondiente proceso judicial previsto por la justicia civil ordinaria.
El pasado 6 de marzo, Omella designó un comisario para asumir transitoriamente la dirección de la asociación tras detectar una serie de irregularidades contables.
El pasado 9 de abril, una vez conocidos los resultados de la investigación realizada por el comisario designado, éste decidió “la expulsión fulminante” del apoderado en aplicación del reglamento interno de la Pía Unión de Hermanos Misioneros de los Enfermos Pobres.
Con esta denuncia, el comisario designado por el Arzobispado de Barcelona quiere proteger y poner en valor la misión de la Pía Unión de Hermanos Misioneros de los Enfermos Pobres, que es una de las órdenes religiosas más prestigiosas en servicio y atención social que desde 1946 ofrece asistencia física y espiritual a los enfermos pobres y trabajo social a los marginados, tanto en Cataluña como en Galicia.
La orden que ha sufrido este presunto delito económico no se debe confundir con los padres camilos de la Orden de los Clérigos Regulares Ministros de los Enfermos, porque aunque ambas están bajo la advocación de San Camilo, la orden no tiene ninguna relación con la Pia Unión de los Hermanos Misioneros de los Enfermos Pobres.
Las mismas fuentes han señalado que el servicio que ofrecen los centros de acogida de personas mayores y de discapacidades intelectuales así como toda la obra social de la Pia Unión de Hermanos Misioneros de los Enfermos Pobres quedará garantizada con la tutela del Arzobispado de Barcelona.