Catalunya / España

Alertan de tecnologías genéticas con efectos “impredecibles” en el ser humano

Las nuevas tecnologías genéticas, pensadas con el objetivo de curar enfermedades genéticas y hereditarias, pueden presentar efectos “impredecibles” en el recién nacido, que conllevarían consecuencias para todas sus futuras generaciones, entre ellas el cáncer.
Una de esas tecnologías, denominada Crispr cas 9, consiste en sustituir un gen patológico por otro sano, pero el problema radica en que se desconoce el funcionamiento de muchos de los genes involucrados en esas enfermedades y una vez realizado el intercambio no reaccionan como se esperaba.
En una entrevista con Efe, Raúl Mallaina, del Comité de Asuntos Sociales, Salud y Desarrollo Sostenible de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, ha explicado que si dicha tecnología fuera “eficaz al cien por cien” se eliminarían las enfermedades genéticas hereditarias, pero la “desventaja” es que “no resulta tan preciso como se desprende”.
Por ello, se ha pedido una moratoria de estas investigaciones sobre seres humanos y que únicamente se hagan estudios sobre animales.
Mallaina ha participado hoy en Bilbao en el XXIII Congreso Internacional sobre Derecho y Genoma Humano, organizado por la Cátedra Interuniversitaria del mismo nombre de las universidades del País Vasco y de Deusto.
Este médico y profesor, que trabaja para el Consejo de Europa desde 2014, ha pronunciado una conferencia titulada “La ingeniería genética en seres humanos”, en la que ha afirmado que en la actualidad se sabe mucho de genética pero “queda aún más por saber”.
Tras aludir a la tecnología Crispr cas9, a la que ha calificado como la “revolución” de los últimos años, ha abogado por la “precaución” en su uso, para prevenir “accidentes biológicos” y mutaciones de genes que pueden llevar a enfermedades como el cáncer y a alteraciones inmunológicas y de funciones.
“Tenemos que aprender de la historia”, ha dicho, y ha recordado que la tecnología nuclear “bien utilizada” resulta muy ventajosa, pero “mal utilizada” sirvió para lanzar bombas atómicas sobre la población.
La Crispr cas 9, según ha relatado, es “fácil” de usar y se utiliza en la actualidad en los laboratorios “más punteros”.
Este experto ha asegurado que, “en general”, no existe el “ocultismo” en estas investigaciones y habitualmente “se publican y analizan”, aunque ha reconocido que existen intereses “económicos o de prestigio” en estos casos.
“Si solo vemos intereses de patentes o de industrias, y no intereses sociales, habrá que redirigir la ciencia, y eso le corresponde a los organismos internacionales, que a su vez deben asesorar a los parlamentos nacionales o regionales para que regulen o cambien las leyes”, ha dicho.
El límite de la investigación, según ha remarcado, es asegurar que ningún ser humano resultará perjudicado ni presentará minusvalías de nacimiento por un estudio y esta tarea, según ha puntualizado, corresponde a los poderes públicos.
Ha recordado que los principios de la ética médica se basan en “la no maleficencia, la beneficencia, la autonomía y el consentimiento informado del paciente, y la justicia orientada a compensar desigualdades”.
“La ciencia es positiva y constituye la base del progreso, pero está obligada a conocer de bioética”, ha resumido.
Precisamente la cátedra que organiza el Congreso tiene como objetivo el estudio de los aspectos jurídicos relacionados con la investigación genética para ofrecer un soporte desde el Derecho a los diferentes avances científicos.

To Top