El presidente del grupo parlamentario de Junts pel Sí (JxSí), Jordi Turull, se ha mostrado partidario de que Convergència se “concentre” ahora en definir su nuevo proyecto político, sin abrir simultáneamente una “guerra de nombres” sobre quién debe liderar el partido en el futuro.
En una entrevista con Efe, Turull ha explicado que, entre marzo y abril, militantes y simpatizantes de CDC están tomando parte de un “proceso participativo que no ha hecho ningún otro partido” para redefinir su rumbo ideológico y nacional: “Ahora es el momento del debate de ideas y proyecto, no de nombres y sillas”.
Pese a aparecer en las quinielas como uno de los hipotéticos nombres a tener en cuenta a la hora de elegir los nuevos liderazgos en el partido, Turull ha rechazado entrar ahora en especulaciones.
“Estamos definiendo desde abajo hacia arriba cómo será este nuevo instrumento al servicio de la construcción de un país nuevo. No voy a contribuir a distorsionar este momento tan especial a base de entrar en lo más antiguo de la discusión de un congreso de partido, que es la guerra de nombres. Ni por acción ni por omisión voy a participar en esto”, ha añadido.
Según el líder de Convergència en el Parlament, es “un debate que ahora no toca”, aunque “mediáticamente hay un interés por intentar derivar esto tan potente que está haciendo CDC hacia un tema de nombres”, sobre el que “ya habrá tiempo de hablar” más adelante.
“Ahora estamos en un momento de definir la herramienta. No concentrarnos en esto ahora sería como escoger a los conductores antes de definir qué vehículo hay que conducir. En función de la herramienta que acabemos decidiendo se verá cuál es la mejor gente para conducirla”, ha resumido gráficamente.
Una de las posibilidades que toma fuerza en el proceso de refundación de CDC, siempre que una eventual repetición de las elecciones generales no trastoque los planes, pasaría por dedicar el congreso que los convergentes han programado para los días 3, 4 y 5 de junio a redefinir su proyecto ideológico y su estructura y, en julio, abrir una segunda fase congresual para elegir liderazgos.
Turull, que participó en Granollers (Barcelona) en una de las sesiones de debate abierto a militantes y simpatizantes sobre cómo debe ser la Convergència del futuro, se ha mostrado “totalmente partidario” de instaurar un sistema de primarias para escoger a los cargos dirigentes del nuevo partido.
“Para ser útil, la nueva herramienta debe ser participativa y de raíz democrática, como el país que queremos construir. El nuevo partido debe ser un espejo del país que nosotros ambicionamos, debe estar listo para los retos ingentes y los cambios trepidantes que se están produciendo en la sociedad catalana”, ha remarcado.
En cuanto al debate sobre si hay que mantener o cambiar las siglas, ha reconocido que la palabra Convergència le “gusta mucho”: “Converger es la magia de este instrumento político, que es de inclusión, no de exclusión”.
Para Turull, “confluencia no equivale a ambigüedad”, ya que “puedes tener un proyecto en el campo ideológico y en el campo nacional muy claro, muy nítido y muy potente, a base de la aportación de diferentes sensibilidades”.
“No podemos convertir en defecto lo que ha sido la gran virtud de esta fuerza política”, ha indicado Turull, que considera positivo que dentro del partido convivan voces que ponen el acento en el centroizquierda o en el centroderecha.
Lo que considera “irrenunciable” es el objetivo de que “Cataluña se convierta en un Estado independiente”: “Aquí no hay marcha atrás, el catalanismo político a lo largo de cien años lo ha probado todo”, ha apuntado.
“Tenemos mucho trabajo por hacer: construir un Estado y convencer al máximo número de gente para que lo acabe teniendo claro”, ha añadido.