Doce personas de nacionalidad portuguesa, dos de ellas menores de edad, murieron en Francia en la colisión frontal entre la furgoneta en la que viajaban y un camión en una carretera del centro del país conocida por su peligrosidad.
El accidente se produjo poco antes de la medianoche, a las 22.37 GMT del jueves, en los alrededores de Montbeugny, en un tramo de dos carriles en el que estaba permitido adelantar, informaron hoy las autoridades.
El conductor de la furgoneta, un joven de 19 años también portugués y que resultó herido en la muñeca, se desvió hacia la izquierda por razones todavía desconocidas y chocó contra el camión tras invadir su carril.
Tanto él como el conductor del otro vehículo dieron negativo en los test de alcoholemia, según los primeros resultados de la investigación abierta por la Gendarmería para esclarecer lo sucedido.
La furgoneta partió de Suiza hacia las 19.00 GMT y sus pasajeros se dirigían a la ciudad portuguesa de Coimbra para pasar las vacaciones de Semana Santa.
Las pesquisas se han centrado entre otros puntos en determinar si ese vehículo estaba preparado para albergar a ese número de viajeros.
“La investigación deberá determinar principalmente si estaba autorizado para transportar a doce personas”, informó a la prensa la Fiscalía de Moulins.
Todos los pasajeros murieron por el impacto. La víctima más joven viajaba con sus padres y tenía siete años, y la mayor rondaba los sesenta.
Esa ruta, que atraviesa Francia de este a oeste, destaca como uno de los ejes más peligrosos del país y es conocida por los conductores como la “carretera de la muerte”.
“Es bastante monótona. La velocidad está limitada a 90 kilómetros por hora. Hay quienes pierden la paciencia y quienes se duermen”, apuntan fuentes de seguridad en la edición digital del diario “Le Monde”, según el cual solo hay cuatro tramos en los que están autorizados los adelantamientos.
El secretario general de la prefectura de Allier, David Delavoet, detalló en la emisora “France Info” que se barajan dos hipótesis: un adelantamiento peligroso o un despiste por parte del conductor.
Tanto él como los dos chóferes del camión, de nacionalidad italiana, han resultado heridos, junto con una cuarta persona que viajaba en otro vehículo y que al parecer era propietaria del furgón siniestrado.
El municipio de Montbeugny, de apenas 700 habitantes, ha instalado la capilla ardiente y espera la llegada de los familiares, que serán atendidos por una célula médico-psicológica para ayudarles a encarar la tragedia.
“Desgraciadamente no es la primera vez, porque el último accidente se remonta al 17 de septiembre, pero es verdaderamente impactante tener doce cuerpos alineados en la sala”, apuntó su alcalde, Guy Charmetant.
Para los allegados se ha puesto en marcha igualmente un número telefónico especial para recibir información (0033 811 00 06 03), mientras que en Facebook son más de 2.000 las personas que reclaman desde hace tiempo que se instale una doble vía en ambos sentidos, al considerar que la disposición actual “es un cementerio”.
La Gendarmería de Moulins debe ahora interrogar a los conductores y a posibles testigos, mientras el examen de la furgoneta accidentada está en manos del Instituto de Investigación Criminal de la Gendarmería Nacional.
La retirada del furgón de la carretera obligó a cortar temporalmente el tráfico a la altura del kilómetro 44 de esa carretera nacional, hasta donde se desplazaron en un primer momento 60 bomberos, seis ambulancias y una veintena de gendarmes y agentes de la dirección vial, que solo pudieron constatar los decesos.