Una empleada de la empresa Aizoon, propiedad de Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina, ha admitido hoy que su contrato no se correspondía con ningún servicio real y que recibía 60 euros al mes por estar dada de alta en la Seguridad Social sin trabajar.
La mujer ha declarado como testigo en la vigésima tercera jornada del juicio del caso Nóos y ha relatado al tribunal que antes de Aizoon trabajó para Virtual Estrategies, empresa de Diego Torres, socio de Urdangarin.
La compareciente, que tenía 18 años, fue contratada por mediación de Patricia Tejeiro, sobrina de Diego Torres que también fue empleada ficticia, según declaró la semana pasada en la vista ante la Audiencia de Palma.
La testigo ha relatado que estuvo contratada por las empresas de Torres y Urdangarin durante cuatro años, pero no le fue asignada ninguna tarea, ni recibió más remuneración que los 60 euros mensuales y nunca conoció ninguna persona relacionada con las actividades de las sociedades que le dieron de alta en la Seguridad Social.