Un 8,5 por ciento, es decir, 2.251.000 de las 26.312.000 personas que cuentan en España con algún tipo de permiso de conducir o licencia, tiene más de 70 años, según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT).
No todos ellos se ponen al volante de forma regular, pero sí una parte importante, sobre todo en los municipios más pequeños, donde las distancias a recorrer son más cortas.
Y algunos de los que lo hacen son casi nonagenarios, como el conductor de 87 años que este fin de semana arrolló con su vehículo a un grupo de ciclistas en una carretera, la PO-552, del municipio pontevedrés de A Guarda, en el lugar de San Xián. En el accidente falleció un ciclista y otros siete resultaron heridos de gravedad.
Casi un año antes, otro conductor de casi 90 años murió en una colisión en Ávila entre el coche que ocupaba y otro vehículo, en un accidente que costó la vida a otras cuatro personas.
Dos días después una señora de 81 años perdió la vida en Vizcaya al volante de su vehículo que contaba, nada más y nada menos, con 22 años de antigüedad, otra característica de las personas muy mayores que aún conduce y que lo hacen con coches viejos.
Recuerda siempre Tráfico que el parque automovilístico español es el más obsoleto de Europa hasta el punto de que la mitad de los coches tiene más de 10 años, por lo que desde algunas asociaciones se ha pedido que se ofrezca ayudas a los mayores para que renueven su vehículo, ya que muchos se compran su último turismo a los 60 años.
Según datos de la DGT, en 2014, último año cerrado con cifras de siniestralidad a 30 días (es decir, contabilizados a un mes después del accidente), murieron en las carreteras 187 personas de entre 65 y 74 años, 204 de entre 75 y 84 años, y 85 mayores de 85 años.
Mientras que en el grupo más joven de este colectivo -hasta 74 años-, la siniestralidad mortal disminuyó un 6,5 por ciento respecto a 2013, en los tramos de más edad aumentó un 2 por ciento ( de 75 a 84 años) y se elevó casi un 12 por ciento en el de mayores de 85 años.
Precisamente, es la tasa de hombres y mujeres fallecidos por millón de habitantes mayores de 75 años la más alta con respecto a la tasa general, pues mientras que ésta se sitúa en 56 por cada millón de habitantes, la de hombres mayores de entre 75 y 84 años se sitúa en 114.
En distintas ocasiones se ha abierto un debate sobre si debe fijarse una edad tope para dejar de conducir. Y aunque los expertos no se ponen de acuerdo, la mayoría coincide en que deberían ser estos conductores y sus familiares los que pongan esas limitaciones porque todo dependerá, en cualquier caso, del estado físico de cada cual.
Incluso, algunos llegan a proponer que los médicos de cabecera asesoren a estas personas de los efectos secundarios de la medicación que consumen o que los centros autorizados para renovar el carné sean más exigentes.
Toda vez, indican algunos expertos, que la normativa europea y la obligación de España de transponerla ha alargado los plazos de renovación para el colectivo más mayor.
Así, si antes los mayores de 65 años debían renovar el permiso cada dos años, ahora la UE lo ha fijado a los cinco años.