El ministro español de Exteriores y Cooperación en funciones, José Manuel García-Margallo, aseguró hoy que la propuesta presentada por Turquía a los líderes de la Unión Europea (UE) para atender a demandantes de asilo es “inaceptable” y que España rechazará expulsiones colectivas de refugiados.
“Esa propuesta nos pareció desde el primer momento, desde el punto de vista del Gobierno, inaceptable”, indicó García-Margallo a su llegada al Consejo de Exteriores de la UE.
Según García-Margallo, España “se opone radicalmente a cualquier expulsión de tipo colectivo, pide un tratamiento individualizado y la suspensión de la deportación hasta que se produzca la resolución de ese tema y, si se ha de producir algún retorno, pide garantías para que se dé seguridad en la protección a los refugiados”.
El ministro español se refirió así a la cumbre del pasado 7 de marzo, cuando se delineó con el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, la posibilidad de que ese país se haga cargo de inmigrantes y demandantes de asilo que llegan a Grecia tras una arriesgada travesía por mar.
Ankara se ofreció a acoger a estas personas y pidió al mismo tiempo agilizar la liberalización de visados con la UE, abrir nuevos capítulos para su eventual adhesión a la Unión y otros 3.000 millones de euros (que se sumarían a los 3.000 millones que la UE se ha comprometido a concederle en 2016 y 2017) para atender mejor a los refugiados.
García-Margallo dejó claro que ese retorno “ha de ser a un país seguro”, y apuntó que Turquía ha firmado la convención de Ginebra pero no “el protocolo que hace extensibles los derechos concedidos a ciudadanos de otros países, en concreto Siria”.
“Turquía ha dado garantías de que adoptará las medidas equivalentes a ese protocolo para que la protección a los refugiados sea absoluta”, precisó, y agregó que “me tranquiliza que la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) esté trabajando en ese tema”.
El ministro español recordó que en la cumbre del día 7 “no hubo ningún acuerdo” sino “una simple declaración”.
“El embajador (español en Bruselas) recibió instrucciones de ajustar esa oferta de Turquía a la legalidad internacional, al respeto a los derechos humanos”, de cara a la nueva cumbre del jueves y el viernes en que los líderes europeos volverán a reunirse con Davutoglu para intentar cerrar un pacto.
“Entendimos que era contraria a la legalidad internacional, a la Convención de Ginebra, los tratados europeos, el artículo 78 del Tratado de Funcionamiento de la UE, a las directivas europeas de retorno, y que había que corregir esos defectos”, subrayó.
Así, enfatizó que España “sólo aceptaría negro sobre blanco un acuerdo coherente, compatible y obediente con la ley internacional y extraordinariamente respetuoso con los derechos” de estas personas.
Según García-Margallo, las solicitudes de asilo en Grecia “se tienen que tramitar en Grecia, según el acuerdo de Dublín”.
Por otra parte, el ministro señaló que para fijar la posición de España “es necesaria la aquiescencia” del Congreso de los Diputados al igual que ocurrió con el reciente acuerdo para intentar garantizar la permanencia del Reino Unido en la UE.
Para ello, comparecerá el secretario de Estado español para la UE, en la Comisión de Exteriores del Congreso, dijo.
Al mismo tiempo, García-Margallo aseguró que ha hablado “constantemente con el responsable de esta materia del PSOE y con absoluta normalidad, como he hecho siempre”.
“El Gobierno no aceptaría un acuerdo por definición que fuese contrario a la legalidad internacional y los derechos humanos”, concluyó.