España afronta una etapa inédita después de que el socialista Pedro Sánchez, por primera vez en democracia, no obtuviera el respaldo del Congreso en la segunda votación de su investidura que puede desembocar en una repetición de las elecciones generales.
Así se desprende de las respuestas de los partidos a la decisión del PSOE y de Ciudadanos de negociar conjuntamente con el resto de fuerzas su documento para un gobierno progresista, que ha cosechado el rechazo de los otros implicados.
Mientras que para los dos partidos firmantes ese acuerdo es la base para la regeneración y la puesta a punto del país y posibilita evitar unas elecciones, el resto lo ha desechado con diferentes argumentos.
El secretario del grupo parlamentario de Ciudadanos, Miguel Gutiérrez, ha destacado el trabajo “muy importante” llevado a cabo junto con el PSOE, que se ha plasmado en un acuerdo con 131 apoyos, y ha mostrado su deseo de “pelear” por que ese pacto se ensanche y participen en él más fuerzas políticas.
El secretario de Organización del PSOE, César Luena, ha rechazado que, ante la decisión de su partido de tender la mano para alcanzar “acuerdos incluyentes y espacios comunes de cambio”, se hayan encontrado “con el bloqueo de aquellos que no quieren sumar”, de quienes “a lo mejor están pensando en las elecciones”.
El PP ha insistido en que fueron ellos los que ganaron los comicios de diciembre y, por ello, deben liderar el futuro gobierno, así como en defender una gran coalición con el PSOE, similar a las que existen en algunos países europeos.
La vicesecretaria de Estudios y Programas del PP, Andrea Levy, ha dicho que el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, “jugó al disimulo” en la campaña electoral, pero “no se puede engañar constantemente” y ahora se ha visto que es “el número 2 de Pedro Sánchez” y “ha venido a la política a revivir el zapaterismo”.
El secretario de Organización de Podemos, Sergio Pascual, ha calificado de “sorprendente” que el candidato socialista “necesite” a Ciudadanos “como escudero para protegerle” durante las negociaciones para alcanzar un acuerdo de investidura.
Ha añadido que espera que “no haya dificultades para que el PSOE pueda explorar fórmulas de diálogo no necesariamente siempre vigiladas por el acompañante que le pongan de Ciudadanos”.
Juan Carlos Monedero, fundador e ideólogo de Podemos, ha criticado que Sánchez insista en un Gobierno con Ciudadanos, que, a su juicio, “es un fraude”, por lo que le ha invitado a mirar a la izquierda y no a la derecha.
El líder de IU-UP, Alberto Garzón, ha advertido a Sánchez de que no apoyará “de ninguna forma” su acuerdo con Ciudadanos porque incluye unos “elementos programáticos antagónicos” con los que defiende su formación.
Se ha pronunciado a favor de volver a las conversaciones a cuatro -PSOE, Podemos, IU y Compromís-, para avanzar en un Gobierno de progreso, con una política económica de izquierdas que posibilite la salida de la crisis.
Y ante esta situación, con el fracaso de la investidura, se abre una etapa incierta en la vida política aunque con plazos fijos, porque si antes de dos meses no hay presidente del Gobierno se convocarán nuevas elecciones.
Mañana el presidente del Congreso, Patxi López, se reunirá con el Rey Felipe VI en el Palacio de la Zarzuela para hablar del proceso que se abre ahora.
El viernes por la noche, tras la segunda votación de investidura López informó telefónicamente al Rey de lo sucedido para, si lo considera oportuno, inicie una nueva ronda de consultas con los portavoces políticos para explorar la posibilidad de proponer un nuevo candidato.
La Constitución no marca qué ocurre en estos casos ni obliga al Rey a convocar esa tercera ronda de consultas, pero si fija los plazos para convocar unas nuevas elecciones, que han empezado a contar con la primera votación del pasado día 2, por lo que el proceso no se puede demorar más allá del 2 de mayo para que haya otra investidura.
De no salir tampoco adelante, el decreto de convocatoria se publicaría en el BOE al día siguiente, para que los comicios se celebren el domingo 26 de junio, 54 días después.