El juez José de la Mata cree que Jordi Pujol Ferrusola, primogénito del expresidente catalán, “faltó claramente a la verdad” sobre su fortuna, lo que le ha llevado a imponerle varias medidas cautelares: comparecencias semanales en el juzgado, retirada de pasaporte y prohibición de salir de España.
De la Mata ha adoptado esta decisión a instancias de la Fiscalía Anticorrupción, que ayer pidió estas medidas para Jordi Pujol “Júnior” al dudar de la veracidad de las explicaciones que ofreció durante tres horas y media sobre sus cuentas en Andorra.
El juez apoya estas medidas en tres indicios criminales: que urdió un entramado societario internacional para blanquear dinero, que se fue deshaciendo de su patrimonio a raíz de la investigación judicial y que nunca ha sabido justificar de dónde salió la fortuna familiar en Andorra que él manejó, ni tampoco los 11 millones que cobró de empresarios.
Respecto al dinero en el Principado, Pujol hijo mantuvo ayer ante el juez que provino de una herencia de su abuelo Florenci que él se encargó de gestionar al margen de su padre, pero De la Mata sospecha que tiene un “origen criminal” que el primogénito se ha dedicado a blanquear “en beneficio de la familia”.
Frente a esos indicios, dice el juez, ni Pujol Ferrusola ni otros imputados, como sus padres, han aportado elemento alguno, “por mínimo que sea”, para verificar esa versión, que también sostiene el expresidente catalán.
Sobre esa herencia, Pujol Ferrusola solo expresó “generalidades”, destaca el juez, y no supo concretar ni dónde estuvo el legado depositado, ni cómo llegó a Andorra, ni los productos donde luego estuvo invertido y que, según su versión, consiguieron aumentar el dinero de 800.000 a 8 millones de euros.
Al contrario, el juez ve en Andorra “continuos ingresos y reintegros en efectivo de cantidades millonarias”, cuyo origen Júnior “no recuerda prácticamente en ningún caso o no quiere esclarecer”.
Según De la Mata, durante años “Jordi Pujol Ferrusola coordinó la gestión de un importante patrimonio económico cuyo origen no ha sido acreditado, asignándolo a toda clase de inversiones mobiliarias e inmobiliarias y operaciones financieras de distintas índole en distintas jurisdicciones y paraísos fiscales, siempre en beneficio de la familia”.
Los Pujol movieron ese dinero, abunda el juez, siguiendo “pautas comunes de actuación”, traspasándolo de un banco a otro de Andorra al mismo tiempo y, una vez comenzó la investigación judicial, intentando ocultarlo al unísono con un sistema de sociedades “opacas” en paraísos fiscales.
Para el magistrado, la explicación de la herencia “colisiona de frente con la versión completamente opuesta facilitada por los propios gestores bancarios que gestionaban sus cuentas en Andorra”.
Por otro lado, Jordi Pujol hijo construyó para gestionar su capital propio entramados societarios internacionales “diseñados con la específica finalidad de blanquear capitales fuera de España y repatriarlos, así como distintos testaferros y/o fiduciarios que le habría permitido disponer de cuentas corrientes en otras jurisdicciones”.
Estas sociedades sirvieron, según el juez, para blanquear el dinero (al menos 11 millones de euros) que cobró de “un conjunto de empresas que tiene como denominador común” que sus principales negocios eran con el sector público, especialmente de tipo urbanístico.
Recibió ese dinero por supuestas “tareas de asesoramiento, consultoría e intermediación”, pero el juez destaca que no ha aportado “el más leve indicio” que justifique que haya realizado ninguno de esos trabajos.
“Al contrario, existen indicios de refacturaciones, de operaciones comerciales ilógicas y de supuestas intermediaciones” en las que las personas o empresas que tendrían que haber recibido ese servicio de consultoría “niegan rotundamente” que Júnior hiciera labor alguna para ellos.
De la Mata ha detectado además un progresivo proceso de descapitalización de todos los activos patrimoniales y financieros desde que comenzaron las investigaciones en torno a su persona, “faltando claramente a la verdad en sus declaraciones en sede judicial, donde negó tener cuentas en varios lugares que la documentación ha demostrado que sí tenía”.
Ante estos precedentes, el juez advierte de que habrá que estar “especialmente atento” a si el imputado hace nuevos movimientos para ocultar su capital o destruir pruebas, lo que podría “exigir la modificación de las medidas que ahora se adoptan” y dictar alguna más severa.
De hecho, hay indicios de que actualmente “mantiene contacto con distintas personas, amigos y con miembros de su familia para orquestar versiones, armar coartadas y conseguir evitar la aportación de medios de prueba a la causa”.
Pujol Ferrusola está siendo investigado por varios delitos de falsedad documental, blanqueo y delito contra la hacienda pública, “y por otros delitos pendientes de calificación” (la Fiscalía le atribuye también un delito de integración en organización criminal).