Siete espeleólogos españoles fueron rescatados hoy en buenas condiciones, aunque muy fatigados, tras haber pasado cerca de 22 horas atrapados en la sima pirenaica de Mile, que se encuentra en el sistema subterráneo más grande de Francia.
La alerta fue dada por sus compañeros, otros ocho expedicionarios españoles, que avisaron de madrugada a las autoridades locales francesas al ver que no habían salido a la superficie a la hora prevista.
Divididos en dos grupos, su plan inicial era que cada uno accediera a la gruta por una entrada distinta para encontrarse en su interior, pero una de las expediciones dio marcha atrás al ver que había acumulado mucho retraso y no pudo alertar a la otra, que se vio bloqueada por la subida de las aguas.
El Pelotón de Gendarmería de Alta Montaña, el Servicio de Bomberos y la Asociación Francesa de Rescate Espeleológico intervinieron en la operación, que encontró a los siete sanos y salvos, pero muy cansados y con frío.
Ese grupo, en el que había una mujer, fue localizado hacia las 08.00 GMT, y después de que los rescatadores comprobaran que estaban en buen estado y les facilitaran alimentos, los acompañaron hasta la superficie. Dos de ellos salieron por un acceso y los otros cinco por otro, para ganar tiempo.
La sima Mile, descubierta durante la Segunda Guerra Mundial y considerada una de las más bellas del macizo de Arbas, pertenece a un sistema subterráneo que se extiende por 117 kilómetros de túneles con 33 grutas, 54 entradas y un desnivel global de 1.001 metros, y está regada por un arroyo y alguna cascada en su interior.
De esa galería, los españoles salieron por su propio pie, acompañados por los guías que acudieron en su ayuda, explicó a Efe el presidente de la asociación de rescate, Bernard Tourte.
Los expedicionarios, de entre 30 y 50 años de edad, pertenecen a distintas asociaciones de espeleología españolas y, aunque eran aficionados, acumulaban muchas horas de práctica.
El grupo era consciente de que los estaban buscando, pero al salir a la superficie no pudo evitar verse sorprendido por “el revuelo montado”, explicaron a Efe fuentes diplomáticas españolas.
El anuncio de su rescate llegó por parte de la prefectura de Haute-Garonne poco después del mediodía (11.00 GMT).
Lo más complicado de este tipo de despliegues, según Tourte, es la localización de los afectados, por lo que, una vez ubicados, el resto del rescate se desarrolló sin problemas.
Hasta la zona se desplazó hoy el cónsul español en Toulouse, Dámaso de Lario, que alabó la eficacia de los equipos de rescate franceses, cuya labor se vio dificultada por la nieve y las malas condiciones meteorológicas que han azotado el lugar en los últimos días.
La humedad de la sima es además uno de los principales obstáculos para todo aquél que se aventure a explorar esa gruta, una de las más conocidas de la red subterránea Félix Trombé, bautizada así en honor a uno de los padres de la Federación Francesa de Espeleología.
Al introducirse en ella, lo primero que se encuentra el explorador es un tobogán que desemboca en un pozo de seis metros de profundidad y en otro de ocho metros, que anuncian una galería técnicamente compleja, especialmente por el sifón que se esconde tras la cascada Laffranque, de doce metros.
Ese continuo encuentro con el agua, según Tourte, aumentó el cansancio de los espeleólogos españoles, que pese a todo fueron hallados en buen estado físico.
Con un escueto “Los 7 #espeleólogos han sido sacados de la sima, están cansados pero no heridos”, la prefectura local dio por cerrada en su cuenta de Twitter la operación, en la que agradeció también el trabajo de “todos los actores implicados”.