Los españoles que sufren psoriasis y artritis psoriásica disponen de una nueva terapia no biológica que en los ensayos clínicos, en un porcentaje significativo de pacientes, ha obtenido una rápida respuesta del picor y en las áreas muy rebeldes a los tratamientos, como las palmas y las plantas.
El 2,3 % de los españoles padece psoriasis, lo que supone más de un millón de personas en nuestro país, y de ellos el 30% sufre además artritis psoriásica.
La nueva terapia -Otezla(apremilast)- supone el primer inhibidor de la PDE4 indicado para ambas dolencias, que ha sido desarrollado por la compañía Celgene.
Es la primera terapia oral en veinte años que recibe aprobación para pacientes con psoriasis, y el primer tratamiento oral desarrollado específicamente para artritis psoriásica.
Esta terapia ayuda a regular la respuesta inmune causante de la inflamación de la piel y también de las articulaciones, y cuenta con con un nuevo mecanismo de acción, diferente a las terapias biológicas y a los tratamientos tradicionales, que según los expertos podría cambiar la forma de abordar estas dos patologías.
En psoriasis, apremilast ha demostrado eficacia incluso en las áreas más difíciles de tratar, como el cuero cabelludo, las uñas, las palmas y las plantas.
En artritis psoriásica, ha conseguido una mejoría significativa en las articulaciones inflamadas y dolorosas, así como en los casos de dactilitis y entesitis.
Según el doctor Carlos González, médico adjunto del servicio de Reumatología de Hospital General Universitario Gregorio Marañón, esta terapia “cubre un espectro muy amplio de pacientes que no pueden usar metotrexato o ha sido ineficaz sin necesidad de utilizar fármacos subcutáneos o intravenosos”.