El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha aceptado hoy la mano tendida del líder de Podemos, Pablo Iglesias para negociar, aunque le ha pedido que antes de hablar del reparto de carteras, se busque el acuerdo sobre las políticas.
“Los votantes de Podemos y del PSOE no entenderían que no nos entendiéramos Pablo Iglesias y yo. Puedo asegurar que por mi parte no va a ser. Pero ese entendimiento y esa negociación tiene que estar basada en la confianza, no en la desconfianza”, ha proclamado Sánchez en la rueda de prensa ofrecida en el Congreso tras verse con el Rey.
Tras agradecer a Iglesias la oferta de pacto, el líder del PSOE ha mostrado su confianza en que si el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, no sale reelegido, se pueda intentar formar un gobierno de progreso.
La propuesta de Iglesias es que PSOE, Podemos e IU entablen un gobierno de coalición encabezado por Sánchez, con Iglesias de vicepresidente y cuatro ministros de su formación -Política Social, Economía, Defensa e Interior-.
Sánchez ha considerado que “lo lógico” es que “primero se hable de las políticas y, posteriormente, de cómo se conforma el gobierno”, sin entrar a detallar qué socios lo integrarían, después de que en campaña defendiera que su aspiración era a un gobierno monocolor del PSOE.
“Programa, programa, programa y políticas”, ha resumido Sánchez reproduciendo al exlíder de IU Julio Anguita.
Ante la premura de Iglesias para empezar ya a negociar, Sánchez ha subrayado la necesidad de ser “muy escrupuloso” con “los tiempos y los procedimientos” y no abrir las negociaciones hasta que el presidente en funciones, Mariano Rajoy, se someta a la investidura, al tener “el derecho, el deber y la obligación” de intentarlo.
Cuando “fracase”, ha añadido tras reafirmar que el PSOE no apoyará a Rajoy, ni a ningún otro candidato del PP, ha garantizado que “hará todo lo posible para que haya un gobierno progresista”.
Sánchez ha remarcado que su intención es “tender la mano a izquierda y derecha para forjar consensos” sobre “reformas progresistas” y para ello, hablará con Podemos, Ciudadanos, IU y otros partidos.
Con la formación de Iglesias, Sánchez se ha mostrado convencido de que puede coincidir “en el diagnóstico” de la situación en España, aunque ha admitido que otra cosa son las políticas que se apliquen para restañar los efectos de la crisis, combatir la corrupción y resolver el problema de Cataluña.
Tras incidir que no toca hablar de quiénes serían los ministros de un gabinete de PSOE y Podemos, se ha limitado a hacer hincapié en que su deseo es que sea un gobierno “estable, de cambio y progresista”.
Para ello, ha vuelto a poner sobre la mesa ocho grandes acuerdos, entre ellos, “una suerte de pactos de la Moncloa” para que la recuperación económica sea justa y una reforma de la Constitución.
El secretario general ha dicho no estar preocupado por la reacción que puedan tener los barones del PSOE ante la oferta de Podemos.
“Estoy cumpliendo con lo mandatado por el Comité Federal. Con lo que digo y, sobre todo, con lo que he dicho y hago están claras las prioridades del PSOE y las que tengo yo”, ha apuntado para resaltar que sigue manteniendo que no pactará con partidos independentistas, ni un referéndum en Cataluña.
A Sánchez le ha parecido “muy bien” la fórmula planteada por Iglesias de retransmitir las negociaciones para que sean transparentes y ha recordado que él mismo ya propuso en el Comité Federal del PSOE del pasado día 28 que las negociaciones de gobierno fueran “con luz y taquígrafos y hasta por ‘streaming’ (en directo por internet)”.
“Así se verá que el PSOE está en lo concreto”, ha apostillado el líder socialista.
Sánchez ha querido ser muy prudente sobre la conversación mantenida con el Rey, que se ha prolongado durante hora y media, y no ha desvelado si habían comentado la posibilidad de que hubiera nuevas elecciones.
“En eso, no voy a entrar”, ha zanjado el secretario general.