Montserrat González, la principal acusada por la muerte de la presidenta de la Diputación de León Isabel Carrasco, ha asegurado que no se arrepiente de haberla asesinado y que estaba obsesionada con ella.
“Si hubiera salido presidente Javier García Prieto, no la hubiera matado. Lo tenía muy claro”, ha dicho en referencia al candidato que proponía la corriente crítica del PP para presidir la Diputación.
Así de tajante se ha mostrado González al final de su declaración en el juicio por ese crimen, en el que solo ha respondido a su abogado defensor, José Ramón García, que ha querido concluir un interrogatorio confuso, y en el que ha cortado a su cliente en muchas ocasiones, con esta pregunta: ¿Está arrepentida de lo que hizo?”.