El diputado de la CUP Benet Salellas cree que “no hacía falta que dos diputados de la CUP dimitieran” como condición al acuerdo de investidura con Junts pel Sí y ha calificado el hecho de “justicia primitiva”, para compensar que Artur Mas no sea finalmente el presidente catalán.
“Si esa era la condición para desencallar el proceso que tirase adelante, estamos dispuestos”, ha asegurado Salellas en una entrevista en TV3.
“Es una especie de justicia primitiva, en la que por una cabeza queremos dos”, ha asegurado el diputado de la CUP en referencia a Mas y a los dos diputados de su partido que dimitirán, Julià de Jòdar y Josep Manel Busqueta, y que serán sustituidos por otros dos cuperos.
Salellas ha asegurado que ni él mismo “ni nadie de la CUP lo comparte, pero es lo que se nos puso sobre la mesa por parte de los negociadores”.
El diputado antisistema ha asegurado que, pese a las tensiones durante la negociación con Junts pel Sí, “el punto al que hemos llegado al final ha tenido un punto balsámico” y ha destacado que su formación tuvo “un tono claro, tranquilo, de conciliación” durante el pleno de investidura de ayer.
Salellas también ha revelado que, durante las negociaciones “se planteó que la CUP desapareciera y estuvo encima de la mesa que dos diputados se incorporasen a Junts pel Sí y el resto dimitiesen”.
El diputado de la CUP también se ha referido a la posibilidad de que el presidente catalán electo, Carles Puigdemont, se someta a una moción de confianza durante la legislatura, algo que ha reconocido que no forma parte del acuerdo, aunque ha asegurado que “sería un buen ejercicio democrático que lo reforzaría”.
Salellas ha hecho estas declaraciones después de que la portavoz de la CUP en el Parlament, Anna Gabriel haya asegurado que, durante las conversaciones con Junts pel Sí, alguno de los negociadores de esta última formación les dijo que “una cabeza israelí vale más que diez palestinos”.
