El banco de inversión estadounidense Goldman Sachs ha advertido del riesgo para las perspectivas económicas españolas y para el euro del incierto panorama político del país, con lo que se suma a los pronósticos que han hecho esta semana grandes bancos como el británico Barclays o el holandés ING.
La influyente entidad de inversión con sede en Nueva York ha publicado un informe sobre la eurozona en 2016, en el que enumera los peligros para la moneda única del ambiente político en distintos países (primero habla de Grecia y España, seguidos por Francia, Alemania y el Reino Unido).
En el caso español, asegura que parece que en 2016 se seguirá en un “punto muerto” político, resultado de las pasadas elecciones generales, con la cuestión de si debe permitir un referéndum sobre la independencia catalana (una de las reivindicaciones de Podemos, que el PSOE no acepta) como una importante pega para formar un gobierno de coalición.
A su juicio, la incertidumbre política implícita en los problemas para la formación de gobierno y la posibilidad de unas nuevas elecciones van a afectar a la confianza de empresas y consumidores, y por ende a las perspectivas económicas del país.
Creen que unas segundas elecciones nacionales en 2016 son probables si la “gran coalición” propuesta por el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, no se materializa.
De manera similar, un informe de la entidad holandesa ING titulado “No tan dulces dieciséis”, un juego de palabras sobre los problemas económicos europeos y mundiales del año que acaba de comenzar, también recalca las dificultades en España.
“De momento la economía española lo está haciendo bien, con el empleo registrando el año pasado el mayor crecimiento desde 2006, pero la situación política se ha tornado muy complicada”, tanto por el bloqueo para formar gobierno en Cataluña como en el resto de España.
Por su parte, Barclays cree que 2015 fue un año “sorprendentemente fuerte” para el mercado laboral español, una dinámica que a su juicio continuará en 2016 pero a un menor ritmo, ya que espera una ralentización de la inversión privada en el primer semestre, como resultado de un mayor riesgo político.
Pero en cualquier caso, según la entidad británica “los fuertes vientos de cola de una política monetaria muy armonizada, un petróleo barato y una ligera subida de los salarios se mantendrán con toda probabilidad en los próximos meses”.
Otra “vulnerabilidad” de la que advierte Goldman Sachs es el problema para “la integridad y la integración” de los que escapan a Europa del conflicto sirio, aunque creen que la llegada de un millón de refugiados también puede ser un estímulo para la demanda interna, pues serán nuevos consumidores.
Consideran que tampoco es “insignificante” el hecho de que la crisis de los refugiados implique un mayor gasto público en varios países (en el caso alemán llegará al 0,5 % del PIB).
Sitúan el fenómeno migratorio como un “riesgo” en Alemania (con la confianza en la canciller Angela Merkel en caída por primera vez desde que comenzó la crisis económica) y Grecia (donde además continúan los problemas con las reformas económicas y las deudas).
También en el caso de Francia, donde mencionan el descontento popular por la inmigración, con la consecuencia de un gran crecimiento de los apoyos al Frente Nacional.
Mientras, en el Reino Unido destacan el problema de un posible referéndum sobre la permanencia en la Unión Europea en 2016.
Otro de los factores que menciona Goldman Sachs en su análisis sobre Europa es la desaceleración china, que a su entender tendrá un impacto en la demanda externa y el crecimiento económico del continente en 2016.