El presidente de la Generalitat en funciones, Artur Mas, ha apremiado hoy a la CUP a ejercer su "deber de decidir" para que pueda arrancar la legislatura y para que el nuevo Govern, que deberá estar "abierto al pacto", pueda gozar de "estabilidad" para "cumplir los mandatos recibidos en las urnas".
En su tradicional discurso de Fin de Año, desde el Salón Mare de Déu de Montserrat del Palau de la Generalitat, Mas ha hecho veladas referencias a la incertidumbre que planea en estos momentos sobre su posible investidura de la semana que viene.
La CUP decidirá el 3 de enero si se presta a facilitar que Mas sea investido como presidente catalán antes del 10 de enero, plazo límite para alcanzar un acuerdo que evite unas nuevas elecciones en marzo en Catalunya.
Al lado del "derecho a decidir" de los catalanes, Mas ha invocado el "deber de decidir" de los representantes políticos y ha recordado que en Catalunya, "después de tres meses de intensas negociaciones, seguimos pendientes de la formación del nuevo Govern".
"Poco tiempo y poco margen"
"El plazo legal para decidir si tendremos nuevo Govern o elecciones acaba el día 10 de enero. Antes de esta fecha la ley no permite convocar las elecciones. Después, la convocatoria es obligada. Por lo tanto, queda poco tiempo y poco margen", ha dicho.
Mas ha señalado que tras las elecciones catalanas del 27S y las generales del 20D, "en Catalunya y en el Estado se han abierto escenarios políticos de una enorme complejidad", que "obligan a dialogar, a negociar y a pactar. Es decir, a decidir".
"A decidir entre ideas, personas y partidos muy diferentes. Que no sea fácil no nos libera, a ninguno de nosotros, de nuestro deber de decidir", ha advertido Mas, en una sutil alusión a las reticencias de la CUP a alcanzar un acuerdo de investidura.
En un recordatorio a quienes acusan al soberanismo de olvidarse de la crisis, ha subrayado que "proyecto nacional y proyecto social se han dado la mano y caminan juntos en la voluntad y la ilusión de hacer de Catalunya un gran país".
La "complejidad" política
El presidente catalán en funciones ha destacado que la "complejidad" política resultante de las últimas elecciones al Congreso se asemeja a las dificultades que se está encontrando él para poder formar gobierno: "Aquellos que en las últimas semanas han hecho mofa y escarnio de la situación política catalana deberán aplicar en sus propias casas la terapia para resolver aritméticas de suma muy complicada".
Pese a todo, ha expresado su deseo de que en Catalunya "se encuentre en los pocos días que quedan la manera de tener un nuevo Govern y una estabilidad que permitan hacer buen trabajo y cumplir los mandatos recibidos en las urnas", después de "unos meses inciertos" y con "algunas decepciones".
"El mismo deseo lo expreso respecto al Estado español", ha afirmado Mas, convencido de que "a España y a Catalunya le convienen gobiernos estables, dialogantes y abiertos al pacto, cada uno desde su legitimidad democrática", ha añadido.
Según Mas, "Catalunya tiene claro que quiere decidir su futuro. Todos somos necesarios para hacerlo posible. Seguir ignorándolo o menospreciándolo no aportará ninguna solución de futuro".
En cuanto al balance económico de 2015, ha hecho hincapié en que el escenario hoy es "objetivamente mejor" que hace un año y ha remarcado que Catalunya exporta "más que nunca" y ha ganado "prestigio turístico y comercial", aunque ha reconocido que en el plano social aún queda camino por recorrer.
"Trabajamos día a día para que las personas que más han sufrido estos años de dificultades acaben notando los efectos de la recuperación y de una más justa distribución de la riqueza que crea el país. Una riqueza que desgraciadamente no controlamos y que se nos va en unas proporciones elevadísimas que acaban convirtiéndose en lesivas para el bienestar de una parte muy mayoritaria de la sociedad catalana", ha denunciado.