La bolsa española abrirá mañana lunes con los resultados de las elecciones del domingo sobre la mesa, algo que no preocupa en exceso al mercado, que no contempla la posibilidad de que España dé marcha atrás en las reformas emprendidas sea cual sea el signo del Gobierno.
La probabilidad de que el nuevo escenario político tras las elecciones generales vaya a asustar a los mercados financieros es muy reducida, explica Álvaro Sanmartín, economista jefe de la gestora MCH Alinea, entre otras cosas porque “los mercados saben que el margen de maniobra real con el que contará el nuevo gobierno para hacer políticas económicas heterodoxas es muy reducido.
Salvo que el resultado electoral sea “inesperadamente complicado”, indica Ramón Forcada, director del departamento de análisis de mercados Bankinter, el IBEX debería comenzar a recuperar atractivo a partir de la segunda mitad de enero, una vez eliminado el lastre que le ha supuesto la incertidumbre electoral.
En su opinión, es “altamente improbable un escenario caótico”, y el desenlace “será más constructivo de lo que se espera, ya que en la vida sólo hay dos escenarios desastrosos: la muerte y los impuestos”.
En el mismo sentido se pronuncia Alfonso de Gregorio, director de Gestión de Gesconsult, que reconoce que el IBEX parte con cierta desventaja frente a otros índices, pero no necesariamente debido a las elecciones generales.
El analista apunta como factores que han perjudicado al mercado español, entre otros, los resultados en el sector bancario, elemento fundamental de la bolsa española.
Asimismo, la exposición de algunas de las grandes compañías del IBEX a Latinoamérica, en especial a países en apuros como Brasil, así como “eventos nacionales” como la situación de Abengoa, que en algunas sesiones lastró al índice de referencia español notablemente en comparación con la evolución de indicadores como el EuroStoxx.
También atribuye algo de peso a las elecciones en Cataluña, si bien esto habría afectado sobre todo a la prima de riesgo de España y a su diferencial con la de Italia.
Aparentemente, prosigue De Gregorio, el riesgo del triunfo mayoritario de un gobierno con políticas económicas “heterodoxas” se ha diluido bastante, o al menos eso es lo que parece que está cotizando ahora mismo el mercado.
Y es que la economía española tiene “mejor aspecto y perspectivas que hace unos meses”, al tiempo que la percepción desde fuera de nuestras fronteras también es ésa, aunque sí es cierto “que algunos inversores extranjeros han manifestado puntualmente que están esperando a ver el resultado de los comicios antes de entrar en España o de aumentar su exposición al país”.
Desde la gestora del grupo AXA, Jean-Alexandre Vaglio considera que las coaliciones más probables después del domingo, PP-Ciudadanos o PSOE-Ciudadanos no afectarán de forma negativa a los mercados, aunque admite que a medio plazo sí existe el riesgo de que no prosigan “las reformas adicionales que España necesita para asegurar un mayor potencial de crecimiento”.
Desde Alinea MCH, Álvaro Sanmartín recuerda además que España “se encuentra todavía inmersa en el procedimiento de déficit excesivo previsto en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento”, lo que hace que las instituciones europeas vayan a seguir estando “muy encima de las decisiones de política económica que se tomen en nuestro país”.
Los vientos de cola que ahora mismo benefician a la economía española, añade, son tan importantes que tendrían que pasar cosas muy extrañas como para que se pueda producir un cambio brusco en el escenario macroeconómico a corto plazo, que es lo que de verdad preocupa a los inversores.