España logró reducir los recortes en las capturas de merluza, rape y gallo en aguas ibéricas y mejorar las cuotas de cigala y boquerón en el sur de Galicia, Portugal y Golfo de Cádiz, tras una difícil negociación sobre las posibilidades pesqueras en el Atlántico y el Mar del Norte en 2016.
Los ministros de Pesca de la Unión Europea (UE) cerraron en la madrugada del miércoles, tras dos días de negociaciones, un acuerdo que la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, valoró con “satisfacción”, al haber conseguido mejorar las cuotas pesqueras propuestas para la flota nacional.
“Lo logrado es más riqueza y más actividad para los pescadores españoles”, dijo la ministra en rueda de prensa al término de la reunión.
España consiguió una importante reducción en el recorte propuesto para la merluza en el caladero sur, que pasó del 60,5 % al 21,5%.
La cuota española para esta pesquería pasará así de 8.848 toneladas en 2015 a 6.946 el próximo año.
Por otra parte, se logró bajar a un 1 % el recorte del 26 % propuesto en las capturas de gallo.
De esa forma, las cuotas pasarán de 1.271 en 2015 a 1.259 toneladas en 2016, mientras que se redujo del 19 % al 14 % la bajada que la CE pedía para el rape (que pasará de 2.490 a 2.141 toneladas).
Por otra parte, García Tejerina valoró que en aguas comunitarias (Gran Sol), se lograra aumentar del 6 % al 19 % las capturas de la merluza, con una cuota de 27.764 toneladas, un máximo histórico, mientras que el gallo norte pasó de mantener su situación, a un aumento del 5 %, con 6.483 toneladas.
En el caso del rape en esas mismas aguas, España logró mantener la cuota de 2015 (unas 2.600 toneladas), frente a la propuesta inicial de Bruselas de reducción del 12 %.
Por otra parte, la mejora de la situación de las reservas del Atlántico y del Golfo de Cádiz permitió aumentar las cuotas de anchoa y cigala en esas aguas, con incrementos del 10 % en el caso de la primera y del 26 % en el de la segunda.
Otra especie donde se produjo un importante subida fue el jurel, tanto en aguas del norte como en aguas ibéricas, donde la cuota española alcanzará en 2016 las 15.441 toneladas en el norte y 17.744 en aguas ibéricas.
Para especies como las rayas, abadejos y merlanes, sobre los que no había suficientes datos científicos y la CE planteaba un tijeretazo del 20 %, finalmente España logró mantener las capturas, explicó la ministra.
Por otro lado, se redujo del 40 % al 15 % la bajada para la caballa, mientras que en el caso de la bacaladilla, cuya cuota está vinculada a las negociaciones con Noruega, se logró mantener una cuota similar a la de 2015.
En el acuerdo alcanzado, Bruselas se comprometió a revisar el Total Admisible de Capturas de la anchoa del Golfo de Vizcaya en caso de un acuerdo entre los sectores español y francés para cambiar la regla de explotación, según la ministra.
Por primera vez, la CE admitió ligeros aumentos en las cuotas de la merluza y otras especies demersales, como consecuencia de la obligación a partir de 2016 para los pescadores de descargar todas las capturas y poner fin a los descartes pesqueros.
El secretario general de CEPESCA, Javier Garat, valoró el trabajo hecho por el Ministerio teniendo en cuenta que el punto de partida era “muy complicado”.
“En general, Gran Sol sale muy bien, el Golfo de Cádiz para pelágicas sale bien, (…) Sin duda los que más se van a ver afectados son los del litoral del Cantábrico noroeste”, dijo Garat.
Añadió que “aunque se ha conseguido suavizar la propuesta de la comisión considerablemente, “toda bajada siempre se ve mal por los afectados, aunque siendo realistas era difícil conseguir algo más de lo que se ha conseguido”.
Por su parte, la organización ecologista Océana calificó de “decepcionante” el acuerdo y lamentó la “falta de ambición de los ministros para hacer efectivos los compromisos de la Política Pesquera Común y en concreto acabar con la sobrepesca”.