Los ministros de Economía y de Finanzas de la eurozona analizarán mañana los presupuestos nacionales de los países miembros para 2016, de los que ninguno incumple de manera importante las reglas de disciplina fiscal, pero entre los que hay algunos, como el español, que corren el riesgo de hacerlo.
La Comisión Europea (CE) adoptó el pasado día 17 su opinión sobre los presupuestos nacionales salvo para España, que ya recibió el veredicto de Bruselas en octubre de manera anticipada por la disolución de las Cortes de cara a las elecciones generales.
El Ejecutivo no pudo adoptar su opinión para Portugal, que no ha presentado su proyecto presupuestario aún como sí han hecho los demás socios, con excepción de Chipre y Grecia, que tienen una supervisión especial de sus finanzas públicas al estar bajo rescate.
La CE no ha hallado ningún “incumplimiento importante” este año en los borradores, pero considera que en varios casos los ajustes fiscales “se quedan cortos” o “corren el riesgo” de incumplir las reglas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC), que establece límites para la deuda (en el 60 % del PIB) y del déficit (el 3 %).
En el caso de España, Bruselas ha instado a Madrid a tomar medidas para ejecutar su presupuesto de este año a rajatabla y a modificar “cuanto antes” el previsto para 2016, al tratarse de unas cuentas que considera “optimistas” y que cree que encaminan al país a incumplir sus objetivos de reducción del déficit.
Ello quiere decir que el Gobierno que salga de las urnas el 20 de diciembre tendrá que entregar a Bruselas un presupuesto actualizado.
En su opinión, la CE calculó que España superará en tres y siete décimas su meta de déficit para 2015 y 2016, pese a que el Gobierno asegura que logrará alcanzar el 4,2 % y 2,8 % del PIB comprometidos.
El Gobierno español ha reafirmado su compromiso con el cumplimiento de objetivos marcados por sus socios y ha atribuido la opinión de la CE a unas previsiones de crecimiento menores.
El Ejecutivo comunitario elevó finalmente el 5 de noviembre su proyección para el crecimiento de la economía española para este año y el próximo a un 3,1 % y un 2,7 %, tres y una décimas más que en sus anteriores proyecciones, aunque mantuvo sus expectativas por debajo de las del Gobierno español (un 3,3 % y un 3 %)
Sin embargo, empeoró sus expectativas de reducción del déficit, que espera que alcance un 4,7 % del PIB este año y un 3,6 % el próximo.
En cuanto al conjunto de países, entre los doce que se encuentran en el brazo preventivo del PEC, es decir con un déficit por debajo del 3 %, cinco (Estonia, Alemania, Luxemburgo, Holanda y Eslovaquia) cumplen con sus presupuestos los requisitos establecidos.
Otros cuatro (Bélgica, Finlandia, Letonia y Malta) cumplen “generalmente” las provisiones del PEC y tres (Austria, Italia y Lituania) corren el riesgo de incumplimiento.
En lo que respecta a los cinco Estados miembros en el brazo correctivo, tres (Francia, Irlanda y Eslovenia) cumplen generalmente los requisitos.
Francia, que debe rebajar su déficit por debajo del 3 % en 2017 pero que ya ha anunciado que no podrá debido al gasto extraordinario que dedicará a reforzar la lucha antiterrorista tras los atentados de París, cumplirá a juicio de la CE los objetivos de este año y el próximo, pero no garantiza todavía el del ejercicio siguiente.
No obstante, la Comisión ya ha dicho que se mostrará “comprensión” por los gastos militares excepcionales previstos por París, por lo que cabe la posibilidad de que le dé a Francia más adelante otra prolongación para cumplir con el objetivo de déficit.
También España y Portugal se encuentran en el brazo correctivo.