Los accidentes de trabajo han repuntado en el último año coincidiendo con una mayor actividad económica y, en España, cada día fallecen dos personas a causa de un siniestro laboral, según asegura un informe de UGT publicado cuando se cumplen 20 años de la ley de Prevención de Riesgos Laborales.
El informe, que analiza la evolución de la siniestralidad en el período 1995-2015, también desvela que diariamente 67 personas son víctimas de una enfermedad relacionada con el trabajo y “a día de hoy sigue habiendo una baja notificación de estas dolencias y no se ha conseguido hacer aflorar las denominadas enfermedades profesionales ocultas”.
El estudio reconoce que, tras 20 años de existencia, la ley de Prevención de Riesgos Laborales ha traído cambios positivos en la gestión de los riesgos inherentes al trabajo, si bien existe una “necesidad apremiante de implementar el cuadro de enfermedades profesionales y garantizar la protección del trabajador en caso de incapacidad sobrevenida”.
Según el informe, que toma los datos de la Estadística sobre accidentes de trabajo y enfermedad profesional y la Encuesta Nacional de Riesgos Laborales en las Empresas, 386 trabajadores fallecieron de enero a agosto de 2015, lo que supone 15 muertes más que en el mismo período de 2014.
El estudio también destaca que en los primeros años de vigencia de la ley de Prevención de Riesgos Laborales, entre 1995 y 2000, un período caracterizado por el crecimiento del empleo, el aumento de siniestralidad fue del orden del 25 %.
A partir del 2001, la siniestralidad entró en una senda descendente debido, según UGT, entre otros factores, al papel de la Inspección de Trabajo, que inició una campaña de vigilancia y control en empresas de alta siniestralidad.
Según el análisis del sindicato, entre 2013 y 2014 comienza el repunte de los accidentes coincidiendo con una mayor actividad económica y con el hecho de que la prioridad de las actuaciones de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social no sea la salud laboral, sino la lucha contra el fraude.
Además, el sindicato subraya que la mayor parte de los accidentes laborales ocurridos en el lugar del trabajo son calificados como leves, lo que para UGT lleva a cierta “desconfianza”.
El sindicato recuerda que la calificación de los siniestros con mayor o menor gravedad “puede evitar la investigación de los mismos, y las sanciones que pudieran corresponder”.
En su informe el sindicato concluye que “aún existe penosidad en muchas tareas y los riesgos tradicionales siguen siendo muy numerosos, sin manifestar signos de mejora” pero, además, las exigencias de carácter mental como son el nivel de atención, el ritmo de trabajo impuesto o los plazos a cumplir están aumentando entre la población trabajadora.
Para el sindicato, la evolución de las cifras de siniestralidad es positiva comparando con 1995 pero considera “urgente” trabajar para mantener la tendencia decreciente del período 2001-2012.
En este escenario, UGT propone que “afloren las enfermedades profesionales ocultas”, la gestión de riesgos emergentes (como la exposición a nano sustancias) y de riesgos psicosociales, el establecimiento de criterios objetivos para la calificación de los accidentes de trabajo y la publicación de sanciones por infracciones muy graves.