El actual obispo de Calahorra y La Calzada-Logroño, Juan José Omella, considerado un prelado de talante progresista y muy próximo al papa Francisco, será el sustituto del arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, ha confirmado a Efe en medios eclesiáticos.
Sistach, que ha sido uno de los participantes, invitado por el Papa Francisco, en el Sínodo de la Familia, será relevado "de forma inminente", seguramente en los próximos días, después de que hace tres años ya cumplió los 75 años, la edad reglamentaria de jubilación.
Sorpresa y desazón
El nombramiento de Omella ha causado sorpresa y desazón en algunos sectores de la Iglesia catalana y en algunas órdenes religiosas, que habían propuesto al Papa Francisco que el sustituto de Sistach fuera su obispo auxiliar, Sebastià Taltavull, o en su defecto el actual arzobispo de Urgell, Joan Enric Vives.
Sin embargo, han valorado que Omella, que habla catalán, es un obispo dialogante y considerado de talante progresista, próximo al papa Francisco, y que ha hecho buena gestión en todas las diócesis en las que ha estado.
"Es un buen pastor, abierto, social, equilibrado y ponderado, que entiende muy bien la idiosincrasia de Catalunya, entiende el problema catalán y no es anticatalán. Es el hombre en el que el papa Francisco confía para renovar la Iglesia en España", han opinado fuentes religiosas consultadas por Efe.
Omella, que durante un año trabajó como misionero en Zaire, nació en la localidad turolense de Cretas, situada en la zona del Matarraña, limítrofe con Catalunya y donde también se habla catalán, el 21 de abril de 1946.
El que será nuevo arzobispo de Barcelona estudió en el Seminario de Zaragoza y en Centros de Formación de los Padres Blancos en Lovaina y Jersualén.
El 20 de septiembre de 1970 recibió la ordenación sacerdotal para trabajar como coadjutor y como párroco, y entre 1990 y 1996 fue Vicario Episcopal en la diócesis de Zaragoza.
En 1996 fue nombrado obispo auxiliar de Zaragoza y tres años más tarde pasó a ser obispo de la diócesis de Barbastro-Monzón.
Entre 2001 y 2003 fue Administrador Apostólico de Huesca y de Jaca, hasta que el 8 de abril de 2004 fue nombrado obispo de la diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño.
Es miembro de la Comisión Episcopal de Pastoral Social desde febrero de 2002 y con anterioridad, desde 2000 fue presidente en funciones de esta misma Comisión Episcopal.
Omella, que también es consiliario nacional de la oenegé Manos Unidas, sugirió hace unos meses crear un fondo para ayudar a los parados sin ingresos, que se nutriría, entre otros, de una aportación voluntaria de los sacerdotes, a través de una de sus dos pagas extraordinarias o de un 10 % de su sueldo durante un año.
Ayuda a refugiados
El obispo de Logroño también pidió el pasado mes de septiembre a los sacerdotes riojanos que animaran a los feligreses a acoger con "generosidad y afecto" a refugiados y a prestarles toda la ayuda posible.
Omella ha dispuesto dos casas de la diócesis, con hasta 170 plazas, para acoger refugiados.
El pasado 27 de octubre, el que será nuevo prelado de Barcelona, declaró que los partidos políticos "deben dejar a un lado la ideología y los partidismos" y trabajar de forma conjunta y con otras asociaciones y entidades para lograr un pacto social, en el que puedan participar todos y no se aisle a nadie.