La cifra de muertos en las carreteras ha descendido en los últimos años hasta el punto de alcanzar mínimos históricos en esta legislatura, que concluye sin haber puesto en marcha una de las apuestas de Tráfico: incrementar hasta 130 km/h la velocidad máxima en determinados tramos de autovías y autopistas.
A pesar de que la reforma de la Ley de Tráfico, aprobada por las Cortes en marzo de 2014, abría la puerta a la modificación de los límites de velocidad, que debían recogerse en un nuevo Reglamento de Circulación, éste no ha sido finalmente aprobado.
Tráfico quería que en algunos tramos de autovías y autopistas y en determinadas circunstancias se pudiera circular a 130 km/h (el límite máximo actual es de 120). A esa propuesta acompañaba la reducción en 10 km/h de la velocidad máxima en las carreteras secundarias, así como la creación de zonas 20 y 30 en las ciudades.
No se sabe exactamente la causa por la que el texto del proyecto del Reglamento duerme en los cajones de Interior. Lo que sí trascendió es el informe del Consejo de Estado sobre ese borrador, en el que se advertía de que incrementar el límite podía “producir una mayor accidentalidad” y disminuir la conciencia de riesgo en los conductores.
Y no solo eso. Este órgano reprochaba a los redactores del borrador no haber justificado la “oportunidad” de la medida, ni calculado el impacto de acomodar la señalización de las carreteras a los nuevos límites ni tenido en cuenta el criterio de los titulares de las vías, ya sea el Ministerio de Fomento o las comunidades autónomas, que casi unánimemente se habían opuesto al cambio.
Sea por el motivo que sea, la legislatura ha cerrado sin nuevo Reglamento, y aunque el Gobierno no ha querido modificar el actual para variar los límites de velocidad, sí lo ha hecho para que todos los menores que midan menos de 1,36 metros vayan sentados en los asientos traseros de los vehículos, medida que entró en vigor el 1 de octubre.
Durante la legislatura recién acabada se aprobó una reforma de la Ley de Tráfico que obliga a los menores de 16 años a llevar casco cuando circulen en bici por las ciudades -uno de los puntos que suscitó mayor polémica-, multa con mil euros conducir bajo los efectos de las drogas o prohíbe los detectores de radar o cinemómetros, entre otras medidas.
La Dirección General de Tráfico (DGT), con María Seguí a la cabeza, ha querido dar en esta legislatura otro paso más y este mismo año decidió que todos los radares, tanto los fijos como los móviles, estén visibles para el conductor, midan igual, apliquen el mismo margen de tolerancia del 7 por ciento y distingan el tipo de vehículo que comete la infracción.
Para que ningún conductor se sorprenda, la DGT ha decidido publicar cada mes los 1.200 tramos de carreteras secundarias, que es donde se produce el 80 por ciento de las muertes en accidente, donde podría estar colocado un radar.
Ha insistido Tráfico en esta legislatura en sus campañas de concienciación y control, con especial énfasis en la velocidad y en el consumo de alcohol y drogas, pero también en el uso de los elementos de seguridad, como el casco, el cinturón o los sistemas de retención infantil.
Unas campañas que siguen arrojando resultados alarmantes, porque todavía hay un porcentaje importante de conductores que se ponen al volante tras haber consumido alcohol o drogas (sobre todo hachís), pisan el acelerador más de la cuenta y no se ponen el cinturón.
Muchos son los que, además, manejan un vehículo viejo. Siete de cada diez coches en España tiene más de diez años, lo que coloca al parque automovilístico de nuestro país a la cabeza de Europa en envejecimiento.
Seguí ha expresado en numerosas ocasiones su preocupación ante un parque obsoleto. Su departamento remite periódicamente cartas a los conductores para informarles de las características técnicas de su coche y de su situación administrativa.
Todo un conjunto de medidas que tienen como objetivo avanzar hacia la siniestralidad cero. Pero ¿se ha tocado ya fondo?, ¿Se puede reducir más el número de accidentes?.
De momento, en lo que va de año la cifra de fallecidos se mantiene a pesar de las subidas de algunos meses. A 28 de octubre, el número de muertos en accidente era de 924, uno más que en la misma fecha del año pasado.
Sagrario Ortega
