El líder de la CUP en el Parlament, Antonio Baños, considera que la nueva legislatura catalana será muy distinta de las anteriores, al apostar por la “desobediencia” al Estado, puesto que, según ha dicho, “para obtener la independencia hay que ‘montar un pollo’ político y jurídico”.
En una entrevista con la Agencia Efe, Baños ha afirmado que el Parlament surgido de las elecciones del 27S “no iniciará una legislatura autonómica y de gestión” como las anteriores, sino que desde el comienzo “debe adoptar posturas de desobediencia” al Estado, por ejemplo, ha dicho, instando a “aplicar el decreto de pobreza energética” suspendido por el Tribunal Constitucional (TC).
Según el nuevo dirigente de la CUP en el Parlament, otros ejemplos de “desobediencia” que su formación impulsa pasarían por no implementar la ‘ley Wert’ en las escuelas catalanas, o por volver a implantar el impuesto de depósitos bancarios, pese a haber sido suspendido por el TC.
“Si desbloqueamos leyes o decretos suspendidos cautelarmente y los empezamos a aplicar, entonces -ha dicho Baños- empezaremos a generar recursos propios” con los que hacer efectivo el “plan de choque contra la pobreza” que la CUP considera prioritario para apoyar al próximo Govern.
Ha admitido, en este punto, que la “desobediencia” podría generar una escalada de tensión con el Gobierno central, pero es que, según Baños, “fundar una república es ‘un pollo’ impresionante”: “Claro que lo es, de esto se trata, de montar ‘un pollo’ para luego poder vivir de una forma digna”, ha sentenciado.
“Para obtener la independencia tienes que montar ‘un pollo'”, ha insistido Baños, una descripción gráfica de lo que la CUP considera que implicará el camino a recorrer para conseguir un Estado catalán: “Nos constituimos como una asamblea soberana y constituyente, empezamos a trabajar una Constitución catalana, nos ofrecemos al mundo como un pueblo solidario, abierto, democrático y pacífico y, en definitiva, fundamos una república”.
“Creo que todo junto se correspondería bastante con la acepción campo-semántica de ‘montar un pollo’, aunque matizo que sería un pollo político y jurídico, y siempre desde el punto de vista democrático y pacífico”.
La CUP espera que la formación ganadora de las elecciones, Junts pel Sí, coincida con ella en que “hay que tener una fiscalidad digna y en que, como mínimo, hay que recuperar migajas del autonomismo, porque si ni siquiera somos capaces de recuperar esto, entonces nada tiene sentido”, ha advertido Baños.
Después de indicar que la CUP no desea concretar todavía las diez privatizaciones efectuadas en los últimos años por el gobierno de Artur Mas que su formación desea que “se paren o se reviertan”, Baños ha considerado que también “es demasiado pronto” para saber qué va a ocurrir con los próximos Presupuestos de la Generalitat.
“No será una legislatura normal con unos presupuestos normales”, se ha limitado a apuntar este mismo diputado de la izquierda antisistema, antes de reconocer que la Generalitat dispone de “muy poco margen” económico y carece “de los recursos e instrumentos adecuados” porque “es una administración subsidiaria y regional”.
Según Baños, la CUP no considera que esté formalmente en “negociaciones” con Junts pel Sí, y limita el alcance de los contactos a “unas conversaciones exploratorias”.
Esto, ha explicado, “no es un mero eufemismo, porque no estamos negociando nada, no hay ninguna transacción, estamos hablando para ver lo que quieren hacer ellos, lo que queremos hacer nosotros, y qué se puede hacer realmente, hay un terreno neutro”.
Para que haya una negociación, ha indicado Baños, “hay algunos que ofrecen y otros que ceden”, de modo que “cuando empecemos a negociar ya lo diremos”.